El incremento de las retenciones a los lácteos, el cierre temporario de las exportaciones cárnicas sumado al límite en el peso de faena repercutieron directamente en la industria de los alimentos balanceados, según Juan José Chiaravalle, gerente del Molino La Palmera. Su planta tiene capacidad para producir alrededor de 600 toneladas por mes pero actualmente sólo está produciendo 300, ya que los productores bajaron las compras del producto para achicar sus costos de producción debido a la caída en la rentabilidad de ambas producciones.
Chiaravalle explicó que en la actualidad hay muchos establecimientos que no siguen las normas de calidad ideales para producir un alimento de alta calidad y que en realidad lo que hacen es sólo âmezclarâ los insumos para obtener el producto final, lo que resulta más económico porque están elaborados con restos de granos que no se pueden colocar en el mercado. Al mismo tiempo, Chiaravalle contó que esos productos no tienen el mismo porcentaje de proteína que aquellos alimentos que están elaborados bajo fórmulas estudiadas y con materiales de primera línea y certificados.
Con respecto al futuro de la industria, el empresario comentó que éste es promisorio ya que espera un incremento de la intensificación ganadera. Pero actualmente, la incertidumbre por las señales negativas que llegan del gobierno habría detenido las inversiones de los ganaderos en insumos alimenticios. Aún así, Chiaravalle indicó que en el caso de los la lechería los tambos no pueden dejar de comprar alimento balanceado y además, los tamberos saben que si dan a su rodeo un producto de calidad inferior repercute directamente en la producción de leche.
El gerente del Molino La Palmera de la localidad de Luján, provincia de Buenos Aires, sostuvo que el mercado es bastante acotado para cada molino, ya que la incidencia de los fletes es muy alta y alcanza los $20 por tonelada. Según Chiaravalle, enviar mercadería a más de 100 km de distancia no es rentable ya que cada zona tiene una planta cercana que compite con mejores precios.
Chiaravalle explicó que trata de absorber lo más posible el incremento de los insumos para ofertar el producto a un precio lo más constante posible.
El valor base de la tonelada de concentrados es entre $700 y 900. Su incidencia en el costo del balanceado depende de su participación en la formulación final. En el caso del de destete híper precoz es del 20% y el valor de la tonelada de balanceado alcanza a los $350.
