La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) acordó un nuevo marco que actualiza los aspectos clave del sistema fiscal internacional, porque según indicaron “ya no resulta adecuado para la economía globalizada y digitalizada del siglo XXI”.
Con este nuevo marco, los países acordaron poner un impuesto mínimo global del 15% a las Empresas Multinacionales (EMN) en el sitio donde operan y obtienen beneficios.
El paquete de medidas, aprobado por 130 de los 139 países integrantes de la OCDE, se basa en dos pilares:
– El primero, “garantizará una distribución más justa de los beneficios y los derechos tributarios entre los países con respecto a las empresas multinacionales más grandes, incluidas las digitales”.
De esta manera, se “reasignarían algunos derechos tributarios sobre las EMN trasladándolos de sus países de origen a los países de mercado en los que desempeñan sus actividades comerciales y obtienen beneficios, sin importar si tienen o no una presencia física en ellos”.
– El segundo de los pilares hace referencia a “establecer una base mínima a la competencia fiscal en materia de impuestos sobre la renta de las empresas, mediante la puesta en marcha de impuesto mínimo a nivel mundial que los países puedan utilizar para proteger sus bases impositivas”.
En este sentido, se estima que con esa contribución mínima del 15% se “aportará cada año cerca de 150 mil millones de dólares en ingresos fiscales adicionales al nivel mundial”.
Según el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, “después de años de trabajo y negociaciones intensos, este histórico paquete garantizará que las grandes empresas multinacionales paguen el porcentaje justo de impuestos que les corresponde en todas partes”.
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El acuerdo será confirmado la semana que viene en la cumbre de ministros de Finanzas del G-20 que se realizará en Venecia.