El gobierno de Entre Ríos promulgó la ley que deja sin efecto la prohibición en la provincia de vender rollizos de madera, conocida como “Ley de la Madera”, impulsada en marzo de 2007 durante el conflicto con Uruguay por la instalación en Fray Bentos de la pastera UPM (ex Botnia).
Al anunciar la decisión de derogarla, el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet dijo que con la norma, Entre Ríos “pierde la posibilidad de sembrar eucaliptus y de recuperar también un rol importante dentro de la matriz productiva provincial y nacional”.
Por lo tanto, cabe preguntarse si, a partir de ahora Entre Ríos comenzará a venderle madera a las pasteras de Uruguay.
Según argumentó el gobernador la existencia de esa prohibición era un “contrasentido”, ya que como mandatario “pelea para que se abran las exportaciones de cítricos a los Estados Unidos y Brasil, y por otro lado tiene un artículo que prohíbe exportaciones”.
El lobby ante todo
El gobernador reconoció que la derogación fue solicitada por las distintas cámaras forestales y aclaró que desde su gobierno “somos los más interesados en conservar los recursos naturales”.
La iniciativa que recién se conoce hoy, fue sancionada definitivamente en diciembre por Diputados. Por ello, vecinos de Gualeguaychú enrolados en la Asamblea Ambiental que rechazaron la instalación de pasteras en Fray Bentos, repudiaron la decisión con pancartas y cánticos alusivos a la defensa del medio ambiente.
Con la derogación estaba previsto activar un plan foresto industrial aunque sobre ese punto no hubo avances concretos en la Legislatura y tampoco en la provincia hasta hoy, señaló Télam.
La Ley de la Madera prohibía “la venta y/o salida de rollizos y chips destinada a la exportación como materia prima para empresas fabricantes de pasta celulósica que generan residuos contaminantes, lesiona los derechos de los ciudadanos entrerrianos consagrados en los artículos 41 de la Constitución Nacional y 5 de la Constitución Provincial”.