El presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia), Javier Prida, reclamó que las autoridades sanitarias del país pongan énfasis en el control de los camiones que transportan granos hacia Chile, ya que “pueden haber estado en una granja con pollos infectados con la gripe aviar” y de esa manera transportarlo hasta territorio nacional donde, de producirse contagio, se producirían pérdidas de u$s 40 millones mensuales en exportaciones del sector.
“Chile consume muchos granos nuestros, por lo cual miles de camiones cruzan a territorio chileno con nuestra producción. Si esos camiones estuvieron en una granja con pollos infectados con gripe aviar, pueden traerla hacia acá. Necesitamos que los controles tengan en cuenta esto porque es un peligro latente. Si se hacen los controles necesarios es factible que nada suceda”, sostuvo Prida.
“El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa central) y el Ministerio de Agroindustria de la Nación están obrando a la perfección sobre el tema, pero vemos con preocupación que el Senasa Regional de Cuyo y las oficinas locales de San Juan, Mendoza y Neuquén no han tomado conciencia de la situación, por cómo ellos se han puesto en contacto con los productores y porque dicen que es una enfermedad común y no es así”, agregó el titular de la entidad empresaria.
De producirse un contagio “Argentina quedaría excluído a nivel mundial de las exportaciones, lo que le costaría al país u$s 40 millones mensuales como piso. Además representaría perder un tercio de la población aviar, ya que habría que implementar un rifle sanitario, ya que la enfermedad no tiene cura, que significaría una pérdida de 4.000 millones de huevos y 600.000 toneladas de carne de pollo. Desaparece la industria”, remarcó.
Prida afirmó que la implementación de un “rifle sanitario” (método utilizado para el control de estas enfermedades que consiste en la eliminación de los animales contagiados o potencialmente en ese estado) potencialmente “haría que los productores no denuncien la enfermedad, porque saben que le van a matar los pollos y eso facilitaría que la enfermedad se instale y fortalezca en el país”.
Javier Prida resaltó que el 70% de las ventas de productos aviares que realizaba Chile antes de que se detecte el foco de la enfermedad que afecta a la especie, se tradujeron en pedidos para el país.
“Si nosotros hacemos las cosas bien, Argentina tiene una gran oportunidad, que podría elevar nuestra exportaciones a u$s 80 millones anuales”, al mismo tiempo que estimó la imposibilidad de exportar por parte de Chile se extenderá por más de dos meses (plazo mínimo) ya que dicho país no vacunó a sus animales contra la enfermedad.
El 4 de enero último, el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG) reportó un foco de influenza aviar con baja patogenicidad en un plantel de pavos de la región de Valparaíso, lo que derivó en que el Senasa suspendiera todo tipo de importaciones de productos avícolas y de aves vivas provenientes del país vecino.
En este contexto, el Senasa solicitó a nivel nacional extremar las medidas de prevención en granjas, empresas y establecimientos avícolas, para evitar el ingreso del virus a la Argentina, donde nunca se detectaron casos en aves domésticas industriales ni de traspatio.
En Mendoza también debe actuar el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen) que tiene, en esta provincia, funciones equivalentes a las del Senasa.