Según manifestó CARMAHE a través de un comunicado, el pedido “se origina en la necesidad de seguir incorporando nueva tecnología que tienen las industrias del sector”, ya que esas importaciones de maquinaria que no se fabrican en el país “permiten optimizar los procesos de producción local para abastecer tanto el mercado interno como el externo”.
La alícuota cero de arancel para la importación de bienes de capital, dispuesta durante la década pasada, dejará de regir en diciembre de no mediar una disposición en contrario por parte de Economía.
Sin embargo, de decidirse una prórroga Argentina necesitará de la aceptación de Uruguay, Brasil y Paraguay, ya que la tarifa forma parte del Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur.
“Esta ecuación entre importaciones de tecnología y exportaciones de productos de alta calidad, han logrado hoy, tal como lo demuestran las últimas cifras del INDEC, que la balanza comercial se haya inclinado favorablemente hacia las exportaciones”, destacaron los empresarios de CARMAHE.
A su juicio, “un país que está creciendo industrialmente y que declara esa como una de sus metas económicas y políticas, debe atender las necesidades de las pequeñas y medianas empresas que representan el 75 por ciento de la industria en el país”.
En el texto que entregaron en Economía, los empresarios destacaron que “para exportar hay que saber importar tecnología”, y propusieron analizar las medidas necesarias para favorecer el crecimiento de la producción local de máquinas, “generando las restricciones o las facilidades para la importación donde sea necesario”.