Si bien la campaña de picado de maíz comenzó más tarde, ya que la implantación se retrasó por problemas de humedad en el suelo, picadores consultados por Infocampo indicaron que la recolección viene bien.
Sebastián Banchio, de la firma Del Litoral Forrajes, de Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe, contó que en las zonas donde no llovió en los últimos cuatro meses los rindes son de hasta por debajo de las 20 toneladas de materia verde, pero hay zonas que tienen rindes entre las 50 y 60 toneladas.
Banchio indicó que la superficie de maíz para picado se mantiene. “El productor lácteo que está instalado trata de hacer la misma reserva que el año anterior; el productor sabe que para no bajar de producción o mantenerse en los valores de un tambo normal debe mantener la misma cantidad de forraje conservado”, sostuvo.
Por su parte, Patricio Aguirre Saravia, de Duckas, de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, explicó que en su cartera de clientes hubo un incremento del 30% en hectáreas: “Hay quienes dicen que por el precio de la agricultrua la hacienda la cierran y se produce más reserva”. Aguirre Saravia comentó que en general todos sus clientes han sumado hectáreas para pasturas. Clientes de 80 hectáreas han pasado a 170 y los de 200 a 500.
Este crecimiento, comentó el consultado, se dio principalmente en la ganadería de carne. “Ese sector no tiene medidas claras, mientras que el tambero tiene que continuar como lo venía haciendo, ya que tiene que dar la mayor cantidad de días al año”, destacó el picador de Casares. A su vez, Banchio explica que en la zona de Cañada Rosquín comenzaron a notar la desaparición de productores de carne y hay un gran desnivel entre esa producción y los tamberos.
Respecto de los rendimientos, Aguirre Saravia explicó que están muy desparejos de acuerdo a las zonas. Indicó que en estancias La Catalina sobre 417 hectáreas tuvo un promedio de 70 toneladas y en cabaña Las Lilas, 51 toneladas, mientras que en la zona de Carlos Casares, entre 43 a 45 toneladas de materia verde.
Respecto de los precios, desde Duckas indicaron que la campaña está entre un 18 a un 20% más que el año pasado. “Se hizo un mix y se llegó a ese incremento. No se trasladaron todos los aumentos, si no tendríamos que estar hablando de otro porcentaje. No fue una suba abusiva, los productores lo entienden, posiblemente puedan pedir algún plazo, pero dentro de lo razonable.”
Los precios que manejan los picadores son los de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros, y en algunos casos los van amoldando de acuerdo con el precio del combustible.
Aguirre Saravia indicó que para una hectárea con 50 toneladas de materia verde el costo es 470 pesos, y entre 15 a 16 pesos por tonelada de materia verde para búnker, mientras que para silo bolsa, de 19 pesos.
Ese precio es el que se maneja para los 1.000 a 1.200 metros libres de acarreo. Pasados esos metros se incrementa el equivalente a un litro de gasoil por tonelada.