A fines de conocer qué es la Peste Porcina Clásica, qué produce y qué complicaciones le trae al sector, Infocampo radio se comunicó con la Coordinadora Nacional del Plan de Erradicación porcina, Patricia Millares, quien explicó que se trata de una enfermedad virósica que afecta exclusivamente a los cerdos, tanto domésticos como salvajes. “Es una enfermedad diezmante que tiene curso de agudo a crónico, con diversos problemas que básicamente se centran todos en una disminución de la reproducción, de la producción y hasta la muerte de los animales”. Explicó que esta enfermedad elimina directamente la producción, por lo cual para un país, es terrible perder el control de la misma. “Para los productores es pérdida de dinero”, agregó. Asimismo comunicó que, afortunadamente, el último caso en nuestro país fue detectado en el año 1998, con mucha diferencia de tiempo respecto al caso anterior. “Ya hemos probado que la enfermedad no existe en el país”, destacó. Agregó que, durante el mes de marzo, se realizará un muestreo a fines de demostrarle a la Organización Mundial de la Sanidad Animal que Argentina puede ser declarada país libre, lo que conllevaría a la apertura de nuevos mercados. “Los requisitos que tiene la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), que regula todo este tipo de cosas, piden justamente demostrar, mediante estudios de laboratorio y vigilancia epidemiológica, que el país ha erradicado la enfermedad”. Así comunicó que, cuando se conozcan los resultados del muestreo y, si todo sale bien, se presentará toda la documentación para que la OIE incluya a la Argentina dentro del listado de países libres de esta enfermedad.
Con respecto al tratamiento de la peste porcina explicó que, cuando se presenta algún brote en países que ya son libres, como por ejemplo Alemania, que tuvo algunos casos en jabalíes, se hacen sacrificios sanitarios. “No hay un tratamiento, porque justamente en países que están en programas de erradicación o erradicados lo que hay que hacer es sacrificar a los animales como una de las medidas que se toman en estos casos”. Agregó que, si bien existen varias medidas posibles, el sacrificio sanitario constituye la más efectiva. Otra medida a tomar puede ser la vacunación. Así, informó que “nosotros desde el 28 de mayo suspendimos la vacunación, mediante la resolución 380 de la Secretaría, porque justamente la OIE pide que los países libres tengan como mínimo un año sin vacunación”. Explicó que el muestreo de marzo buscará anticuerpos en los animales que, como ya no son vacunados hace un año, no deberían tener anticuerpos. “La presencia de anticuerpos es determinante de enfermedad”, observó.
Respecto al trabajo de prevención y erradicación, expuso que se realizó un trabajo en conjunto del sector público con el privado. “Este programa tomó forma desde el 98´ y, a partir de ahí, el sector privado lo que ha hecho ha sido impulsarlo y darle el estímulo que necesita el SENASA para caminar, con recursos económicos y humanos”. Consideró que el SENASA respondió muy bien frente a este impulso, “con todos los altibajos que puede tener el Estado en estos aspectos”. Manifestó que el sector privado aportó gente capacitada, y todo tipo de recursos para que los programas sean eficientes. “La verdad que esta unión ha dado los frutos esperados, que han sido muy, muy buenos”, concluyó, “fue un avance muy importante, en tiempo y forma porque más o menos estamos en los tiempos que se planearon en el objetivo al principio de este programa”.
