En los últimos doce años, las exportaciones de carne vacuna argentina cambiaron su perfil, y a paritir del fuerte incremento en la demanda china, pasaron del envío de cortes de calidad a priorizar el volumen.
Pese a esta variable, el negocio exportador no solo sostuvo el ingreso de divisas, sino que lo incrementó.
De acuerdo a un informe elaborado por la analista en mercados Marianela De Emilio y publicado por SDS, entre 2012 y 2024, los precios de exportación de carne vacuna argentina pasaron de un máximo de U$S 5.562 por tonelada a valores cercanos a U$S 2.868.
“Este cambio de valores se debe principalmente a la composición de cortes de carne vacuna exportada y el aumento de volumen exportado corresponde a cortes de inferior calidad y precio”, remarcó.
En este punto, destacó que adquirieron mayor protagonismo que la venta de cortes premium, como el caso de los correspondientes a la Cuota Hilton.
LAS EXPORTACIONES DE CARNE VACUNA
De este modo, mientras en 2012 se despacharon 188.000 toneladas a muy buenos precios, para este año se proyectan casi 905.000 toneladas, con cotizaciones que retrocedieron un 48% si se comparan con los valores de hace 12 años.
Pero el mayor volumen compensó los menores precios y el ingreso de divisas proyectado para este año será un 250% mayor, si se compara con 2012.
¿Cambio de tendencia? Los precios de la carne de exportación mejoraron en julio
“En cuanto a los valores internacionales, se observa una relación entre suba y baja de precios con aumentos o disminuciones del consumo mundial y desde 2017 en adelante, un aumento sostenido del volumen global de carne bovina consumida”, remarcó.
De Emilio explicó que la tendencia internacional permite visualizar un aumento sostenido en el consumo de carnes a nivel global. “Argentina, con ajustes en el consumo local de carnes, aumentaría por tercer año consecutivo el volumen de carne bovina a exportar, elevando el ingreso de divisas a pesar de lograr un menor precio promedio de exportación”, agregó.
PERFIL DEL MERCADO LOCAL
La analista hizo hincapié además en una característica estructural del negocio ganadero local: los volumenes exportados aumentaron de significativa, pero la producción se mantiene estancada. En los últimos siete años, los frigoríficos procesaron un volumen anual cercano a las tres millones de toneladas.
De 2007 a la fecha, calculó que el consumo doméstico cayó de 68 kilos anuales por habitante a unos 44 kilos.
“Se observa, sin embargo, que el volumen consumido de las tres carnes se ha sostenido y aumentado levemente en el mismo período, siendo superior a 100 kilos por persona por año en casi todos los años de las últimas dos décadas”, sostuvo.
En este escenario, la carne vacuna fue suplantada por las cadenas porcinas y aviar, que desde 2007 aumentaron casi 240% y 60% respectivamente, mientras el consumo de carne de res se redujo 35%. “Esto demuestra la inelasticidad argentina en cuanto al consumo de carnes”, concluyó.
Comparto informe semanal de mercados, en este caso mercado ganadero, para avanzar en la visión de agregado de valor que Argentina debe seguir desarrollando.https://t.co/m03wQXz22D pic.twitter.com/UyB9QdueYc
— Marianela De Emilio💙 (@DeEmilioMarian) August 28, 2024