De norte a sur, las pasturas recién empiezan a tirar después de las lluvias que arrancaron con las últimas horas de 2005 y las primeras de 2006. Así, para Edgardo Víttori, consignatario de hacienda y corredor de cereales en la zona de Bahía Blanca, el estado de las haciendas para tomar servicio no es el ideal. “Acá los servicios comienzan entre fines de octubre y principios de noviembre y se dan por 3 meses; yo creo que el servicio se va a extender hasta que la vaca pueda tomar celo y quedar preñada”, aseguró.
La preocupación más importante está centrada en la alimentación. “El productor lo que espera acá es que llueva en febrero, para poder hacer los verdeos que en definitiva son los que le ayudan en el invierno”, señaló Víttori. Al mismo tiempo, asegura que “el forraje este 2006 va a ser totalmente distinto de lo que veníamos teniendo. Nadie ha cosechado avena, de modo que lo menos que pasará es que se duplique su precio”.
Está claro que los ciclos biológicos son los que mandan. Jaime Murphy, prosecretario de CRA y productor de la zona de Mauricio Mayer, lo marcó: “Hoy sufrimos la experiencia de la escasez de hacienda de consumo a manos de la experiencia 2003. El impacto de esta seca lo viviremos otra vez dentro de tres años, en 2008, cuando empecemos a recoger los novillos que dejó este entore.
Walter García
Corresponsal de Infocampo en La Pampa
