Productores agropecuarios, dirigentes, entidades, grupos CREA, regionales de Aapresid, asociaciones de agrónomos y distribuidores de agroinsumos difundieron este viernes una carta en la que expresan su preocupación por la situación del periurbano de Pergamino por la medida que limita las aplicaciones de fitosanitarios y que afecta a aproximadamente 6.000 hectáreas.
Es que, en el inicio de la campaña 2020/21, rige la Resolución del Juzgado Federal de San Nicolás, que extendió hace casi un año el área de exclusión que prevé la Ordenanza Municipal 8126/14 de 100 metros a 1.095 metros del límite urbano. La decisión de la Justicia respondió a las denuncias de ciudadanos por causas de daños a la salud, tal como sucedió en Entre Ríos, principalmente con las escuelas rurales.
“Las situaciones conflictivas que se vienen dando en las zonas periurbanas se deben a que, por un lado, desde el sector de la producción no se han tenido en cuenta todas las precauciones necesarias para prevenir los riesgos y evitar los posibles efectos perjudiciales al ambiente y la salud. Por otro lado, desde la población urbana se desconocen los reales alcances de los riesgos cuando se realiza una correcta aplicación de los tratamientos de fitosanitarios y se ignora la importancia de la actividad agropecuaria como motor del desarrollo local”, consideraron los firmantes de la carta.
Según explicaron, la medida actual abarca un área “muy superior a la de la zona implicada en la denuncia”, lo cual representa “todo el periurbano de la ciudad”, y afecta una superficie total de 6.000 hectáreas. “Esta medida afecta directamente a más de 100 productores que desarrollan sus actividades”, afirmaron.
Estudios del INTA y avances en buenas prácticas
Los dirigentes se basaron en estudios del INTA de la campaña pasada, que mostraron una importante reducción de la superficie cultivada y que los cultivos sufrieron una merma sustantiva en los rendimientos por la competencia de malezas y el daño de enfermedades y plagas que no pudieron ser controladas. “La reducción de la superficie y la pérdida de rendimiento dan idea del daño económico sufrido por los productores afectados, que se volverá a repetir en esta campaña de continuar la restricción que rige sobre la zona”, subrayaron.
Además, confiaron que en los casos del INTA y de la Escuela Agrotécnica, la menor producción y consecuente menor rentabilidad “afectan al sostenimiento de las investigaciones y la enseñanza” que realizan las instituciones. “Asimismo afecta, en forma directa, ensayos que se vienen realizando desde hace décadas para estudiar distintos métodos para el control de adversidades bióticas y el movimiento y la degradación de los agroquímicos en el suelo (estudios en lisímetros), entre otros temas, ya que han sido interrumpidos por estar localizados dentro del área de exclusión”, agregaron.
Asimismo, resaltaron la creación en 2010 de Agrolimpio Pergamino (hoy Pergamino Ambiental) que impulsó las Buenas Prácticas Agrícolas. Y se refirieron al Centro de Acopio Transitorio (CAT) para la disposición de envases vacíos de productos fitosanitarios, en el marco de la Ley 27279 que regula sobre el tema.
Por otra parte, indicaron que a partir de la Resolución Judicial, el municipio incrementó las acciones de monitoreo de suelos y aguas, con análisis periódicos que proporcionan la información que permite verificar la existencia de contaminaciones por agroquímicos que impliquen riesgo para la salud. “La información pública de esas evaluaciones no presentan niveles de toxicidad por los fitosanitarios en agua utilizada para abastecimiento en los barrios”, remarcaron, al tiempo que señalaron que se reforzó el equipo de inspectores para verificar la correcta aplicación de los agroquímicos en la zona de amortiguamiento.
“Como todas las cuarentenas, la salida de esta que nos afecta es la etapa más difícil: requiere la participación de toda la sociedad y actuar con la responsabilidad necesaria cumpliendo el rol que a cada uno le cabe, para lograr el consenso que se necesita en un marco de confianza y mutuo respeto. El resultado tiene que ser el retorno a la producción en forma sustentable en la zona periurbana, amigable con el ambiente y la salud de la población y con el consenso de toda la sociedad. El tiempo que se dispone es escaso por el contexto económico social muy delicado para muchas familias de la comunidad”,