El año que termina arrojó resultados mixtos para los productores brasileños, cuya única expectativa para 2006 es resolver ciertas asignaturas pendientes que les permitirán despegar con fuerza a partir del 2007. La aftosa, el tema del año, no logró frenar el incremento de las exportaciones cárnicas, que en 2005 subieron 30% en volumen y 26% en valor en relación a 2004.
Marcus Pratini de Moraes, presidente de la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carnes, señaló que el objetivo para el 2006 será controlar la aftosa y recuperar los mercados perdidos, especialmente el ruso. “Esperamos que las exportaciones bovinas crezcan entre 15% y 20% en valor y un poco menos en volumen, lo cual nos dejará bien parados para enfrentar el 2007.”
Las exportaciones agropecuarias totales tuvieron un crecimiento modesto: subieron 10% en dólares, aunque el incremento es menor si se le resta la inflación.
El dato más significativo para los productores, que la poderosa Confederación Nacional Agropecuaria (CNA) esgrime a la hora de pedir apoyo gubernamental, es que el PBI agropecuario brasileño cayó 3,4%. Según las estimaciones, alcanzará cerca de u$s 200.000 M. “El 2005 fue un año absolutamente trágico\”, dramatizó Antônio Ernesto de Salvo, presidente de la CNA, en un comunicado. Una serie de factores atentaron contra la rentabilidad del sector; la sequía en distintas zonas (que provocó pérdidas de 20 M/t de granos), el incremento en los costos de producción y la devaluación del dólar. Entre los sectores más golpeados estuvieron el maicero (la producción cayó 26% en valor) y el arrocero (disminuyó 25%). El trigo y la soja también recibieron lo suyo. La mejor performance estuvo en porcinos, naranjas, caña de azúcar y café, que juntos aportaron al PBI casi u$s 15.000 M, 7,2% sobre el año pasado. El mayor crecimiento (8%) fue para el café. Durante el 2006, dos sectores podrían sufrir un fuerte incremento: el algodonero y el azucarero. Si EE.UU. y la UE cumplen con su promesa de acatar a la OMC, que declaró ilegales los subsidios, Brasil será uno de los principales beneficiados, tanto por el acceso a nuevos mercados como por un precio internacional más favorable.
Sebastián Masana
Especial para Infocampo
