Al pie de la Cordillera de los Andes, en Chubut y Río Negro, la Compañía de Tierras Sud Argentino, una empresa nacional hoy en manos del Grupo Benetton, administra cuatro establecimientos agropecuarios que ocupan una superficie de más de 3.500 hectáreas.
Y entre ellas, 700 hectáreas, en las explotaciones El Maitén y Leleque, son dedicadas a la agricultura intensiva, con sistemas de riego: fundamentalmente, para la producción de pasturas que se henifican para servir como reserva en invierno para los miles de ovinos y bovinos que integran los planteos ganaderos de la Compañía.
Infocampo participó de una visita a estas explotaciones y pudo comprobar in situ que los daños que las condiciones climáticas han provocado este año han sido transversales a todas las latitudes del país: aquí, donde hela siempre, también heló como nunca y este frío dejó pérdidas importantes en la oferta forrajera.
“DESDE 2008, NUNCA VI ESTO”
Leonardo Jones es el asesor de la Compañía en lo que corresponde a esta actividad agrícola y también Presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Chubut.
Al consultarlo respecto a estos fenómenos, fue contundente: “Trabajo acá desde 2008 y esto nunca pasó”
El problema no es que hele en noviembre: en general, a casi 700 metros de altura, y en una región tan austral, las heladas son una regla y no una excepción. Es el principal motivo, por ejemplo, por el que es casi imposible pensar en cultivos como maíz, sorgo o girasol.
El problema fue la intensidad de una de las últimas heladas, ocurrida hace dos semanas, y que pegó de lleno en los verdeos de vicia y avena, que estaban justo en emergencia. Las hectáreas sembradas en El Maitén se perdieron casi en su totalidad y ya no hay tiempo de resembrarlas.
Del mismo modo, las implantadas con alfalfa están siendo evaluadas para saber si se pueden “aguantar”, o se busca semillas –algo dificultoso en esta zona del país– también para resembrarlas.
Saliendo de los establecimientos de la Compañía, Jones manifestó que este panorama es general para todo el cinturón cordillerano Chubut, aunque aclaró que no significa quebrantos para los productores que a la actividad agrícola intensiva la tienen solo como sostén de su actividad principal, que es la ganadera.
“La realidad es que aquí nadie se funde por la agricultura intensiva. Pero eso no significa que no haya pérdidas o sea un problema: al no tener las pasturas para los ovinos y bovinos, es posible que haya que salir a comprar alimento balanceado y eso encarece los costos”, sintetizó
“A UN LOTE YA LO SEMBRÉ DOS VECES”
Por su parte, José Luis Sánchez es un contratista que trabaja en campos de la Compañía y también realiza siembras por su cuenta, en la zona de Trevelin. Su testimonio es similar al de Jones: ya tuvo que sembrar algunos lotes dos veces por las heladas, algo que no es usual.
“Vamos tres heladas fuertes y complicadas: una al principio de la temporada, en septiembre; y dos hace poco. Pegaron de lleno en avenas y vicias. A un lote lo tuve que resembrar y ahora hay que ver el resultado, creo que algo voy a cosechar”, menciona.