Actualmente se vive un desequilibrio regional por las retenciones diferenciales y compensaciones que está otorgando el Gobierno argentino para la producción de harina.
A esta situación hay que sumarle que semanas atrás periódicos paraguayos denunciaban el presunto contrabando de harina desde la Argentina por lo que los molineros del país vecino ya están realizando demandas y diversos pedidos a ambos gobiernos para que la situación se detenga.
Infocampo consultó a Francisco González, presidente de la Cámara Paraguaya de Molineros, quien explicó en detalle las notorias diferencias en precios que deben afrontar por el contrabando.
Mientras que los molinos paraguayos pagan 290 u$s/t (914 $/t) de trigo para moler, en la Argentina este precio es de 570 $/t. Al mismo tiempo, por las compensaciones que aplicó el Gobierno para que el precio del pan en el mercado interno no se disparara se dispuso devolver la diferencia hasta 370 $/t.
Según González, desde la Cámara pudieron comprobar que está entrando harina argentina de contrabando a Paraguay. Ante esta situación los industriales molineros del vecino país denuncian que no pueden competir con los precios del producto ilegal ya que se comercializa hasta un 30% por debajo del valor local.
La Cámara Paraguaya de Molineros realizó diversas investigaciones en las que finalmente se incautó harina argentina que había entrado ilegalmente por la frontera e incluso se descubrió que gran parte estaba reenvasada en envases de marcas paraguayas para pasar inadvertida.
González detalla además que ya han iniciado acciones legales e incluso esperan que pronto salga algún tipo de resolución, y por lo pronto que se extremen los controles en la frontera de ambos países para que esta situación cambie.
En Paraguay se consumen al año alrededor de 45.000 toneladas de trigo, es decir con un consumo per cápita de 55 kilos por habitante, según González hasta el momento tienen autoabastecimiento en cuanto a materia prima.
Al mismo tiempo, el empresario cuenta que todo el sector molinero paraguayo está muy preocupado ya que sostener la industria bajo estas reglas de juego desiguales se les está tornando por demás complicado. Respecto de las acciones que se están llevando a cabo, González explica que se hicieron las presentaciones pertinentes al Ministerio del Interior, de Comercio y a Relaciones Internacionales.
El molinero paraguayo explica que esta situación se les está escapando de las manos ya que realmente el valor de la harina argentina es sensiblemente más bajo.
En cuanto a las versiones que circulan de que la harina proveniente de la Argentina en realidad tiene como destino final a Brasil, ya que este país es el gran consumidor de la región, González explica que desde la industria paraguaya no pueden comprobar esta situación.
Otro capítulo se lleva la industria molinera brasileña que está en alerta por el aumento de las retenciones a las exportaciones de trigo, que pasó del 20 al 28%, mientras que las de la harina quedó en 10%.
Abitrigo (la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo), emitió un comunicado en que expresaba su preocupación ante esta situación que afectaría directamente a la industria del vecino país.
La queja se basa principalmente en la posibilidad de que se incrementen las ventas de harina de trigo argentino a Brasil, ya que es mucho más conveniente que enviar el grano con una retención del 28%, lo que atentaría directamente contra los molinos brasileños.
Desde Abitrigo mencionan además que se debe seguir el ejemplo de Chile, que impuso una alícuota para las importaciones de harina argentina con el fin de proteger a su industria.
