En el marco de una jornada virtual organizada por la empresa Tecnomyl, expertos analizaron el escenario actual de los mercados y la campaña de soja y maíz, con estrategias y recomendaciones para el manejo de las principales plagas.
Mercados: cómo siguen los precios
El analista de Nóvitas Enrique Erize se refirió a la suba en la cotización de los granos y aseguró que la soja “va a seguir subiendo”.
“La pregunta del millón es si los picos de precios que se están viendo en Chicago para racionar la demanda externa van a alcanzar. Yo creo que los 500 dólares no van a amedrentar la demanda, por eso veo la soja en 550 para mayo-junio”, expresó.
Según el analista, “no es normal que suban los precios en Chicago en plena cosecha, menos habiendo tenido una cosecha histórica de maíz y una muy buena de soja”.
“Para algunos el tema es el clima, que para mí sólo puede representar un 10%, para otros influye el dólar debilitado, que sí puede explicar otro 20% de las subas, pero el 70% de las subas se deben a la voracidad china”, explicó.
En tanto, Erize repasó el caso del maíz y resaltó que EE.UU. dijo que exportará 60 millones de toneladas entre septiembre de 2020 y septiembre de 2021 y en cinco meses ya tiene vendido casi el 90% del total.
“El mercado granario para China es un tema geopolítico, fíjense que para 2024 el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional pronostican que China va a ser potencia mundial, pero además, entre los cinco primeros habrá cuatro asiáticos, es un golpe de efecto fuerte”, señaló.
Además, indicó que China, junto a 14 países asiáticos como Tailandia, Malasia, Filipinas, Vietnam, Indonesia, Singapur, Nueva Zelanda y Australia están por firmar la conformación de un bloque regional que sería el más grande del mundo con el 30% del PBI mundial. “Salvo Australia y Nueva Zelanda, que son parcialmente autosuficientes y excedentarios en producción de alimentos, el resto son todos demandantes de alimentos”, destacó.
Plagas y estrategias
Por su parte, Augusto Casmuz, ingeniero de la EEA Obispo Colombres del INTA, repasó algunas estrategias de manejo de las principales plagas en cultivos de soja y maíz.
“Hoy hay ataques de Spodoptera en maíz, también hay orugas en soja y probablemente en algunas zonas haya problemas con arañuelas y trips, típicas de años secos. La condiciones no tan favorables para el desarrollo de los cultivos genera que las plagas tengan más impacto en los cultivos”, dijo.
A su vez, habló de la oruga bolillera (Helicoverpa Gelotopoeon), que en épocas de sequía como se dio esta campaña tienen vía libre para crecer. “La plaga prosiguió su desarrollo y se manifestó en etapas reproductivas de la soja generando daño en vainas afectando directamente los rendimientos”, explicó.
En cuanto a las estrategias, Casmuz ponderó el tratamiento de semillas, “sobre todo en campañas que vienen de tendencia seca”, para favorecer la puesta en marcha de la soja. “Si tenemos mucha presión de Helicoverpa probablemente el periodo de protección de tratamiento de semilla va a limitarse, pero siempre va a ser mejor que nada, y después se puede recurrir a tratamientos foliares que a los tres días ya logran controles superiores al 70%”, subrayó, y advirtió que si las condiciones son propicias para el desarrollo de la plaga el lote se re-infecta y hay que estar atentos.
En cuanto al complejo de defoliadoras y medidoras, el experto destacó Anticarcia gemmatalis, Chrysodeixis includens (“falsa medidora”) y Rachiplusia nu (“medidora”).
“Anticarsia se ubica en tercio superior del cultivo, consume hojas sin respetar nervaduras y su aparición es explosiva, en tanto que las medidoras comen la hoja respetando nervaduras y se ubican en el tercio medio del cultivo, muchas veces en el envés de la hoja, por lo que desde la camionera por ahí se ve el cultivo sanito pero si te bajás y abrís el follaje ves el daño”, dijo, y añadió que la falsa medidora, al estar más escondida, es más complicada para controlar.
Como estrategia, se probaron aplicaciones tempranas antes de que se produzca el cierre del entre surco, comparado con aplicaciones más tardías cuando se llega al umbral de aplicación. “En el caso de Anticarsia, en tempranas y tardías los productos tienen un control muy contundente; en medidora, con una aplicación temprana los niveles de control son de 95% de control versus aplicación tardía con más follaje y más larvas que llega a 75% de efectividad”, advirtió Casmuz. El momento de aplicación también hace a la estrategia, principalmente en falsa medidora.
El referente de la EEA Obispo Colombres habló además de las plagas que no están bajo el paraguas de la soja Intacta. Por ejemplo, Spodoptera, que está cobrando importancia las últimas campañas. “Las larvas tienen gran capacidad de consumo y comen vainas, son especies que pueden desarrollarse en numerosos vegetales, tienen marcada preferencia en gramíneas y los problemas en soja se dan porque se pasan de la gramínea a la oleaginosa”, explicó Casmuz.
En chinches, el ingeniero identificó varias especies pero marcó la chinche de la alfalfa y la chinche verde como las más dañinas para el cultivo de soja. “Las pasturas o, ahora cada vez más, los cultivos de servicio pueden servir de puente, de hospedantes para llegar a la soja”, contó.
“En invierno no se alimentan ni multiplican, pero cuando llegan los primeros calores arrancan y en soja generan abortos de vainas en las primeras etapas con el consiguiente impacto en rindes, luego en llenado de granos que si son chicos también aborta y si son grandes generan problemas de calidad afectando poder germinativo y la sobrevivencia del grano como semilla”, siguió.
Para el cultivo de maíz, Casmuz identificó dos problemas de plagas principales: gusano cogollero y oruga de la espiga. “Cogollero puede desarrollarse todo el año en zonas del norte del país”, advirtió, aunque, claro, la etapa más cruda es de enero a marzo. “Aparece a lo largo de todo el ciclo del maíz, desde etapas vegetativas actuando como cortadora, aunque el daño clásico es de defoliadora y cogollera, afectando el normal crecimiento de la planta”, contó.
También apuntó que pueden llegar a consumir granos afectando no sólo el rendimiento sino también generando una puerta de entrada para enfermedades que terminan afectando también la calidad.
Si bien Casmuz identificó la eficacia de control de la tecnología Bt, también recomendó el uso de 10% de refugio y el monitoreo frecuente. “En cuanto a las estrategias de manejo, el tratamiento de semillas es importante para que la planta arranque bien y, llegado el caso, cuando se tiene que hacer la aplicación foliar el cultivo está mejor parado”, dijo.
Recomendó que la aplicación foliar se haga con 20% de pequeños daños, “raspado” de orugas chicas, porque es ahí donde va a ser más efectiva. “Hago hincapié en el monitoreo porque es una plaga que en el norte tiene una evolución explosiva de 4-5 días”, dijo.
Finalmente, se refirió a la oruga de la espiga, que básicamente se alimenta del grano generando pérdida de rendimientos y, al igual que cogollero, causa un daño en la planta que es la ventana para la aparición de patógenos que afectan la calidad del grano. “Hay que estar atentos con el monitoreo, porque cuando las larvas pasan a la espiga ya se hace incontrolable, lo recomendado son productos con poder de volteo en el contacto pero también persistencia”, cerró Casmuz.