Ante la evidencia de la disparidad de acceso al trabajo y la desigualdad de salarios para las mujeres en el contexto rural, y basado en datos del INDEC, la FAO y la CEPAL, el Gobierno creó el programa “Mujeres Produciendo Alimentos”.
Según la resolución por la que la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca puso en marcha este plan, su extensión durará tres años, pero aún no tiene un presupuesto concreto definido.
“De acuerdo al Censo Nacional Agropecuario del año 2018 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC), la desigualdad de género en el sector rural se verifica dado que entre las y los productores y sus socios y socias, un 77% son varones y un 22% son mujeres, y que del 17% de productoras y productores jóvenes, solo un 4% son mujeres”, indica la resolución 280 firmada por el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
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Además, las autoridades remarcaron que “según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre un 60% y un 80% de la producción de alimentos en los países del Sur, recae en la fuerza laboral de las mujeres, y un 50% a nivel mundial”.
“En América Latina solamente el 30% de las mujeres AgroPyMEs poseen tierras agrícolas y apenas el 5% tienen acceso a asistencia técnica para el fortalecimiento del desempeño productivo”, informaron, también según datos de la FAO.
En ese marco, el Gobierno decidió la creación del Programa Mujeres Produciendo Alimentos “con el objetivo de promover y fortalecer las unidades productivas de las pequeñas y medianas productoras agroalimentarias”. Será por tres años y tiene la posibilidad de prorrogarse.
¿CÓMO SE FINANCIARÁ?
Sin embargo los funcionarios no aclararon con precisión su fuente financiación. El artículo 4 de la resolución indica: “El gasto que demande la ejecución del citado Programa será atendido en función de la disponibilidad presupuestaria, imputables al Servicio Administrativo Financiero 363”.
“Las mujeres AgroPyMEs desempeñan un papel fundamental en la producción, gestión, conservación, explotación y aprovechamiento de los recursos naturales como productoras, consumidoras y educadoras, y a pesar de su rol protagónico, enfrentan serias limitaciones para el cumplimiento de sus derechos y el acceso a la tierra, la educación, los recursos, un trabajo digno y posiciones de liderazgo”, afirma el texto.
