Con la actual tasa de crecimiento vegetativo de la población, alrededor del año 2014 la Argentina consumirá en su mercado interno prácticamente toda su producción de carne vacuna. Esto significa que nuestro país no estaría en condiciones de exportar carne bovina al mundo, un mercado que -justamente- tiene una demanda en crecimiento y paga precios que hacen muy rentable la participación en el negocio ganadero internacional.
Para estar en ese mercado y evitar quedarse fuera, la Argentina deberá generar un programa estratégico de desarrollo de su ganadería vacuna, con un horizonte a 10 años, con la finalidad no sólo de atender el consumo de la población sino de buscar el ingreso de más divisas en el país a través de la competencia de nuestras carnes en los más importantes mercados del mundo.
Pero la demanda global de carne exige cortes de calidad, productos diferenciados y, también, carne común. Son mercados que exigen calidad e inocuidad, donde la trazabilidad es uno de los principios que la producción vacuna debe cumplir.
Todos estos conceptos fueron expuestos por el arquitecto Daniel Rearte, director nacional de Ganadería de la Nación, durante su disertación en la Expo Tucumán 2004, en el marco del Plenario Ganadero del NOA que organizó la Sociedad Rural de Tucumán (SRT).
El funcionario habló sobre los principales lineamientos que tendrá el Plan Ganadero Nacional (PGN) que, según dijo, sería anunciado esta semana por las más altas autoridades políticas nacionales. “Existen muchos diagnósticos y análisis, pero faltan propuestas; no existe un trabajo mancomunado entre el Estado y el sector privado; llegó la hora de trabajar unidos. Tenemos posibilidad de lograr trazabilidad en la actividad, trabajar con sustentabilidad ambiental y producir carnes de calidad mundial”, planteó Rearte.
Sin embargo, aclaró que se trata de un “plan ganadero vacuno”, por lo que consideró que el definitivo Plan de la Ganadería Argentina debería involucrar a las otros sectores productivos como son el porcino y el aviar.
“La ganadería vacuna nacional perdió rentabilidad y competitividad frente a la agricultura, tenemos una cadena de valor compleja y desarticulada, donde cada sector intenta sobrevivir como puede; existe una fuerte evasión impositiva, pero también regulaciones sobre la actividad que generan sobrecostos sin valor agregado”, advirtió el funcionario.
En este sentido, algunos de los puntos que Rearte definió como claves para el desarrollo del PGN fueron: que tenga un enfoque nacional y regional; que sea un plan del Estado donde los cambios vayan acompañados de medidas de Gobierno; que sea llevado adelante por todos los factores que integran la cadena productiva, y que cada provincia concrete su plan para ayudar a la concreción del PGN.
Daniel Vaca
Corresponsal Infocampo en Tucumán