La Organización Meteorológica Mundial (OMM), un organismo que pertenece a la Organización de las Naciones Unidas (ONU, confirmó en las últimas horas que junio es el momento bisagra para que finalmente aparezca el fenómeno El Niño.
De confirmarse, esto significaría un alivio para los productores argentinos que sufrieron tres años el accionar de La Niña, lo que derivó este año en un derrumbe estrepitoso de la cosecha, tanto de trigo como de los cultivos estivales.
En concreto, la OMM señaló que a partir del período junio-agosto se prevé una probabilidad del 55% para El Niño y es el primer período bimestral en el que esta chance se ubica por encima de las condiciones neutrales.
“Es posible que se desarrolle un evento de El Niño que se está calentando en los próximos meses, después de tres años consecutivos de La Niña inusualmente tenaz y prolongada, que influyó en los patrones de temperatura y lluvia en diferentes partes del mundo”, señaló la OMM en su último reporte, publicado este miércoles.
Sin embargo, aclaró que mientras el regreso de El Niño se considera “probable”, estará precedido por un período de condiciones ENOS-neutrales (90% de probabilidad) durante marzo-mayo.
Y la probabilidad de que las condiciones neutrales de ENSO continúen más allá de mayo disminuye levemente pero sigue siendo alta (80 por ciento en abril-junio y 60 por ciento en mayo-julio), según las predicciones del modelo y la evaluación de los expertos.
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EL NIÑO, EN LAS GATERAS
En este marco, las posibilidades de que se desarrolle El Niño, si bien son bajas en la primera mitad del año (15% en abril-junio), aumentan gradualmente a 35% en mayo-julio.
Luego, “los pronósticos a largo plazo para junio-agosto indican una probabilidad mucho mayor (55 %) de que se desarrolle El Niño, pero están sujetos a una gran incertidumbre asociada con las predicciones en esta época del año (la llamada barrera de previsibilidad primaveral)”, confirmó la OMM.
Según el secretario General de la OMM, Petteri Taalas, “la primera La Niña triple del siglo XXI finalmente está llegando a su fin. El efecto de enfriamiento de La Niña frenó temporalmente el aumento de las temperaturas globales, a pesar de que el período de los últimos ocho años fue el más cálido registrado”.
“Si ahora entramos en una fase de El Niño, es probable que esto genere otro aumento en las temperaturas globales”, añadió.