Entidades, bolsas de cereales y cámaras de la cadena del trigo consideraron que la aprobación por parte del Gobierno Nacional del trigo HB4 para multiplicación, producción y comercialización en todo el país – una vez que se apruebe en Brasil– implica un “riesgo económico extraordinario”.
Si bien aclararon que no existen dudas de que el trigo transgénico “no tiene riesgos ambientales ni de salud pública”, remarcaron que les “llama la atención” que el Ejecutivo Nacional decidiera la aprobación comercial “sin consultar a los representantes de la cadena del trigo”.
por qué se habla de riesgo
En un análisis que firman los acopiadores, los molineros, los corredores, los exportadores de cereales, las bolsas de cereales de Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba, Chaco, Entre Ríos y Santa Fe; la Sociedad Rural, Coninagro, CRA y FAA, entre otros, se deja en claro que el uso comercial nacional del trigo HB4 impactará en los precios y abastecimiento de trigo en el país. “El daño que se produciría al mercado de trigo argentino sería irreparable e irreversible”, aseguran.
Contexto. Los datos del informe muestran que el mercado mundial del trigo alcanza las 175 millones de toneladas anuales y el de harinas a los 18 millones. “Los dos en su totalidad son no transgénico, condición que lo diferencia de los mercados de maíz, soja y algodón. En varios países del mundo se intentó hace años lanzar eventos en trigo que no pudieron prosperar debido a la reacción negativa de los mercados compradores. Es por ello que esta aprobación reviste condiciones especiales y altamente riesgosas”, explica el estudio.
Con la aprobación previa de Brasil como única condición para avanzar, desde las entidades afirman que los mercados para Argentina se diversificaron y que se pasó del 86% en 2015 para Brasil al 45% del total de ventas de trigo al mundo en la actualidad.
“El mercado argentino no tiene experiencia en consumir trigo transgénico, y ya existen pedidos de parte de empresas alimenticias nacionales e internacionales que operan en nuestro país, de comprar únicamente harina o trigo no transgénico”, aseguran.
Y disparan: “El daño que se produciría al mercado de trigo argentino sería irreparable e irreversible, toda vez que la contaminación se propagará y la segmentación resulta inviable. Se pondría en riesgo los esfuerzos conjuntos (público / privado) realizados para consolidar nuevos mercados y expandir fuertemente las exportaciones”.
“No solo se ponen en riesgo las exportaciones de trigo y harina, sino también de pellets, almidón, gluten, panificados, fideos y todos los productos del segundo procesamiento donde existen miles de PYMEs que actúan en esta cadena”, sigue el estudio de las entidades.