El empresario Gustavo Grobocopatel, conocido como “rey de la soja”, analizó el escenario actual del sector agropecuario argentino y afirmó que “es un mito” que el Gobierno Nacional haya beneficiado a la actividad. “Lo que cambió es el estado de ánimo”, afirmó en una entrevista con el periodista Jorge Duarte para la agencia Télam.
“Hay un problema estructural de falta de competitividad. No es un concepto solamente económico, sino también social que crea pobreza y conspira contra la inclusión. No es nuevo y viene aguzándose en los últimos 60 años, porque en lugar de atacar los problemas sistémicos hemos ido por atajos facilistas: devaluaciones, endeudamiento, venta de activos del Estado”, expresó Grobocopatel consultado acerca del panorama del sector.
En ese sentido, aseguró que “hay poca productividad, porque hay poca inversión en investigación y desarrollo, poca inversión en tecnología. La gente no está suficientemente capacitada, y porque además hay conflictividad. El Estado no es eficiente y tenemos récord de recaudación impositiva. A ello en los últimos años se le agregaron desbalanceos macroeconómicos, vinculados con inflación, déficit interno y externo”.
En cuanto al rol del Gobierno, el empresario consideró que “trata de gestionarlo de manera gradualista, evitando los shocks que dejan más gente bajo la línea de pobreza. En el mientras tanto crujen empresas y sectores que son más débiles, o están más afectados y no aguantan la transición. A eso el Gobierno responde tratando de mitigar los impactos y obviamente hay una tensión”.
“Se está buscando más integración al mundo, mejorar la calidad del Estado, bajar la presión impositiva. Todo esto es gradual. Sobre el tema de la productividad, todavía no hay densidad y calidad de inversión como necesitamos. Hay más inversión especulativa o financiera y menos en tecnología o maquinaria o capacitación. Me gustaría que las transformaciones se hagan a mayor velocidad”, sostuvo
En cuanto a los convenios colectivos, opinó que “son solamente para discutir salarios y hay que discutir más. Hay que discutir productividad. Ambas cosas están íntimamente ligadas. Este plan de arreglos por sector, con su especificidad, es fundamental”, y agregó que en un futuro “vamos a tener que competir con países que tienen una carga impositiva que es la mitad de la nuestra. Es decir, por un lado necesitás gastar más en temas sociales y en obra pública y, por otro, bajar la presión impositiva. No es fácil la tarea que tiene este Gobierno y la sociedad argentina”.
“Argentina tiene un tercio de la gente que no trabaja, un tercio que trabaja y paga impuestos y un tercio que trabaja pero no paga impuestos. No podés sostener la estructura del país con un tercio de aportantes”, detalló.
Acerca de la afirmación del presidente Macri, que sostiene que la Argentina debe convertirse en el “supermercado del mundo”, Grobocopatel declaró que esa “es una reconversión necesaria y obvia. Pero no puede haber supermercado del mundo si no hay integración. Eso lo convierte en una utopía. Y no sólo podemos ser supermercado, podemos ser el lugar de creación de muchas empresas del siglo XXI con base tecnológicas que no necesariamente transformen productos, sino procesos”.
“Se dieron pasos importantes en lo simbólico, pero todavía no hay cosas concretas. Por ejemplo, el mercado de los limones, es chico, pero simbólicamente es muy fuerte y seguramente abrirá otras oportunidades. Deberíamos tener una apertura inteligente. Argentina es uno de los países más cerrados del mundo y el Mercosur también lo es”, se explayó.
Consultado sobre si está de acuerdo con que Cambiemos benefició a los sectores agroexportadores, el dueño de Los Grobo disparó: “Es un mito que no comparto. Del paquete total de retenciones, el 70 u 80 por ciento era a la soja, y las retenciones a la soja bajaron del 35 al 30 por ciento. No bajaron casi nada. Solamente arreglamos el problema del 30 por ciento de la actividad. Lo que cambió es el estado de ánimo. La gente mira hacia adelante con optimismo. No cambió el aporte que realiza el sector que sigue siendo muy importante en términos impositivos y en la generación de divisas”.
“Otro mito es que el sector no genera empleo. Estamos traccionando el sector automotriz (la venta de camiones, de pick ups), la industria metalmecánica, la química, la siderúrgica. Estamos viendo en el interior un proceso de reinversión y recuperación importante. Y tenemos alrededor de Buenos Aires algunos casos particulares de economías regionales en crisis vinculada con la falta de competitividad”, dijo.
Y finalizó con una frase sobre la 125: “Es muy diverso el sector agropecuario, y hasta la 125 el sector estaba invisibilizado. Desde la 125 existimos. Ahora se está a favor o en contra, pero somos parte y nadie te va a decir que el sector no es moderno, no es tecnológico. Se lo reconoce como generador de divisas”.
