Luego de que el presidente de la Nación, Mauricio Macri anunciara el aumento del piso en contribuciones patronales para las economías regionales, cada sector salió a hacer sus cálculos en relación al ahorro o reducción de costos que la medida puede implicar en el sector productivo, sobre todo en las pymes agroindustriales.
Tal es el caso deMendoza, una provincia que cuenta con las cadenas vitivinícola, frutícola y ganadera, entre otras, que conforman un mercado de 50.411 asalariados registrados en los sectores de cultivos de frutas, hortalizas, cría de ganado, cultivos industriales, preparación de conservas, elaboración de aceites, grasas, vinos y bebidas fermentadas.
Según el Ministerio de Economía, con esta novedad las empresas “dejarán de tributar más de $1.300 millones anuales”, dado que se realizará un descuento del 70% de la presión tributaria que los empleadores asumen cuando pagan el Formulario 931 por cada trabajador registrado.
El ministro Martín Kerchner analizó el beneficio y estimó que “a menor presión impositiva, habrá mayor producción”.
“Se trata de una medida muy buena para el sector agroindustrial, que no sólo le quitará un peso de encima al patrón sino que ayudará al blanqueo de fuentes laborales”, dijo Kerchner.
Es que hasta diciembre de 2018, el mínimo no imponible alcanzaba $12.000, sobre lo que se podía deducir 20% para aportes patronales, con lo cual el impuesto se calculaba sobre el 80% restante. Ahora, con una base de $17.500, se aportarán $3.200 a seguridad social y $14.300 quedarán exentos.
A modo de ejemplo, en un sueldo de $20.700, los aportes serán por $3.200 y los $17.500 restantes no tributan. Asimismo, sobre un salario de $25.000, los aportes serán por $7.500 y los $17.500 no aportan.
Dicho de otra manera, al salario del empleado se le restan $17.500 de base y el aporte se realiza sobre la diferencia, teniendo en cuenta que siempre el aporte mínimo es de $3.200.