GIRASOL
Al 9 de febrero el progreso de la recolección totalizó el 21,1 % de la superficie apta, mostrando un adelanto intersemanal de 1,1 punto porcentual, ligeramente atrasada respecto a igual fecha del año anterior en un 1,3 puntos.
Se recogieron en total algo más de 710.000 toneladas con un rendimiento medio de 14,1 qq/ha, que respecto de la temporada pasada muestra una reducción del 23 %.
La caída productiva se correlaciona directamente con la baja performance de la cosecha en Chaco. Ya concluida en esta provincia los resultados no fueron los esperados por los productores locales.
La productividad media unitaria parece situarse por debajo de los 12,0 qq/ha, vinculada a un cúmulo de inconvenientes que enfrentaron los plantíos entre los que merece citarse los climáticos y sanitarios.
Períodos prolongados con falta de lluvias suficientes, elevadas temperaturas y el efecto de la mosquita del capítulo fueron entre otros factores, los condicionantes de las mermas en los rindes y en la calidad del producto.
La última de las tandas cosechadas correspondientes a siembras muy tardías, deprimió aún más el rinde provincial. Del total producido hasta la fecha un 67 % proviene de las trillas efectuadas en esta provincia y en la de Santiago del Estero.
El porcentual restante se origina en superficies recolectadas en el nordeste, noroeste y regiones centrales de Santa Fe, como asimismo en Entre Ríos, donde se calcula en un 20 % el avance de la cosecha. La variabilidad de los rendimientos logrados es muy elevada (12-24 qq/ha), muy por debajo de los inicialmente esperados como consecuencia de los vaneos en los capítulos por excesos de lluvias en floración, volcado de lotes por vientos y el bajo peso de las semillas.
También se observa dispersión en las productividades obtenidas en el nordeste de Santa Fe (8 a 18 qq/ha), regiones centrales (15 a 24 qq/ha) y en el noroeste con mejores rindes (20 a 36 qq/ha).
Mejores cultivos se observan en el nordeste y en el este de Córdoba, sur de Santa Fe y centro norte de Buenos Aires, aunque no son muchas en estas regiones las hectáreas cultivadas.
También se presentan mejor posicionados en el sur de la provincia mediterránea y en el oeste de Buenos Aires. En menor condición se observan en el norte de La Pampa donde llenan el grano bajo condiciones limitantes de humedad, y más complicados hacia el centro sur provincial, donde las precipitaciones fueron hasta la fecha insuficientes para recuperar la humedad edáfica y ya comienzan a perderse superficies cosechables.
El mayor problema de la actual campaña reside en la marcha del cultivo en el sudeste de Buenos Aires, la principal cuenca productiva del país. La región aporta al conjunto nacional el 30 % de la superficie cultivada y el clima seco prolongado está afectando al cultivo. De hecho ya se calculan importantes reducciones en las productividades físicas en los plantíos implantados en los partidos de Tres Arroyos, San Cayetano, Coronel Dorrego y Adolfo G. Chaves, donde solamente en algunas áreas, más favorecidas por las lluvias presentan una mejor condición. También se prevén inferiores en Necochea dado que transitan el llenado del grano con poca reserva de humedad y en localidades aledañas tales como, San Manuel, Lobería, J.N. Fernández, La Dulce y Napaleufú. Contrariamente, mejor situados están los cultivos en las zonas costeras de los partidos de General Alvarado y General
Pueyrredón, desmejorando hacia Balcarce y Tandil. La producción nacional sentirá el impacto del clima adverso en el sudeste a lo que debe adicionarse la mediocre performance ya descripta para el Chaco. La esperanza de lograr una cosecha normal en el sudoeste bonaerense, no compensaría los menores volúmenes que se esperan para el sudeste
SOJA
Finalizó la siembra de la oleaginosa estimada en una superficie de 16.1000.000 hectáreas. La mayor parte del área implantada continúa en muy buena condición, fundamentalmente en las zonas centrales de mayor aptitud productiva que recibieron nuevamente modestas pero positivas recargas hídricas.
La conjunción del clima muy propicio para el desarrollo y la inversión en tecnologías que incrementaron el potencial productivo de los cuadros, permiten inferir rindes de niveles históricos para el Núcleo Sojero Líder y su amplia periferia.
Así, la mayor productividad y la expansión que tuvo el cultivo harían de la campaña 2006/2007 la del mayor volumen histórico.
Si bien los plantíos de segunda ocupación aún deben superar etapas de desarrollo muy importantes para el rinde, el afianzamiento en la condición de los lotes de primera siembra permitiría proyectar una producción de 44.300.000 toneladas para el presente ciclo.
La evolución climática de febrero será clave para consolidar la producción de los cuadros, primordialmente la segunda quincena y los primeros días de marzo para las sementeras de segunda que ocupan algo mas de un 25% del área implantada.
Condiciones de humedad y sanidad favorables para estos plantíos podrían fortalecer la productividad nacional causando mejoras a la producción actualmente pronosticada. Asimismo la ocurrencia de un otoño con excesos hídricos y complicaciones para la cosecha podrían limitar estos mayores guarismos.
En el Noroeste Argentino la abundancia de las lluvias, a pesar de causar algunos daños y pérdidas puntuales, permitió un desarrollo extraordinario en los plantíos tucumanos y salteños calificados de muy buenos.
En el sur de Salta las más adelantadas iniciaban la floración mientras hacia el norte donde recientemente se finalizaron las siembras transitaban la mayor parte la fase vegetativa.
En el aspecto sanitario los picudos se destacaban como el mayor problema que obligaba controles con distintos insecticidas. El norte de Santa Fe continúan buenas a muy buenas, ya en las primeras etapas reproductivas las sementeras más precoces. Las temperaturas moderadas y los aportes regulares que ocasionaron las lluvias permitieron prolongar la fase vegetativa que se evidencia en el gran desarrollo (altura y ramificaciones) que lograron las canopias.
La salvedad se localiza en una franja entre Ceres y Villa Trinidad donde la menor disponibilidad hídrica comenzaba a causar algún grado de desmejora. En
Entre Ríos se detectaron los primeros cuadros con Roya. Los plantíos puntuales afectados se ubican en el Paraná y el sur de Villaguay.
La incidencia fue leve pero obligaba a un mayor monitoreo y control de las enfermedades de fin de ciclo. En la provincia litoral la condición general es buena aunque también se evidenció algunos síntomas de estrés en los departamentos del centro-nordeste con menor nivel de humedad. El estado general de la soja en Entre Ríos es bueno, esperándose hasta el momento la obtención de rendimientos acordes; aunque en los Departamentos que actualmente cuentan con reservas escasas, principalmente en los barreros de los lotes ha comenzado a visualizarse leves síntomas de estrés hídrico.
En el Núcleo Sojero Central y la amplia periferia los plantíos de afianzaban su muy buen desarrollo. Los de primera ocupación de la mayor parte de Córdoba, centro-sur de Santa Fe y Entre Ríos continuaban formando el grano mientras en los lotes mas precoces los granos de los nudos superiores había completado su desarrollo ocupando totalmente la cavidad de las chauchas. Los más tardíos continuaban la etapa más crítica para el rinde en que se define el némero de granos/m².
La ausencia de limitaciones evitaba los recortes al rendimiento usuales en este periodo del desarrollo por la propensión al aborto de vainas y granos. La muy buena condición ambiental y la elevada inversión tecnológica causaban plantas con gran cantidad de vainas y granos. En no pocos lotes de primera ocupación se contabilizaron 100 vainas/planta.
Esto permitiría inferir para las de primera de muchas áreas centrales, rendimientos en el orden de los 45qq/ha y hasta 50qq/ha promedio, si las condiciones persisten favorables. Las de segunda entre con mayor variabilidad en los estados fenológicos (R1-R3), si bien deben atravesar el período mas critico (R4,5-R5,5) potencialmente podrían superar 33qq/ha en éstas áreas de mayor aptitud (Marcos Juárez, Cañada de Gómez, Casilda, Venado Tuerto entre otras).
La mitad norte de Buenos Aires, algo más retrasado en las etapas de desarrollo que atraviesa (siembras posteriores a las otras áreas del Núcleo), permanecía en condición muy buena. Hacia el oeste se registraban algún nivel de faltante de agua que se acentúa hacia el sur de Trenque Lauquen.
MAIZ
Prácticamente ha finalizado la siembra en todo el país. La superficie cultivada dedicada a la producción de grano comercial se calcula en 2.815.000 hectáreas. Equivalen a la implantación con esta finalidad de algo más de 400 mil hectáreas respecto de la campaña agrícola precedente. La cosecha ha comenzado en el Chaco, Norte de Santa Fe y Entre Ríos*, aunque la mayor parte de lo recolectado es con destino ganadero (confección de reservas para el ganado). La condición de los plantíos en la zona núcleo sigue siendo de muy buena a excelente. Las precipitaciones de comienzos de la semana apoyaron el llenado de los granos para aquellos cultivos en estado pastoso a duro por lo que seguramente llegarán satisfactoriamente a la madurez fisiológica. Los cultivos ya hechos entregarán óptimos rendimientos con algunos cultivos de hasta 160 qq/ha. debido al elevado número y peso de los granos. Las precipitaciones mencionadas continuaron abasteciendo suficientemente las necesidades hídricas de los plantíos tardíos y de segunda ocupación, que bajo un clima futuro amigable también perfilarían muy buenas productividades. Los más tempranos en espigazón y el resto en estados vegetativos con muy buen desarrollo foliar. Este escenario se da en toda la región líder compuesta por el sur de santa Fe, norte de Buenos Aires, sudoeste de Entre Ríos* y el este de
Córdoba. En términos generales las lluvias de diciembre favorecieron la fijación de los granos en la pre y plena floración. Después, el agua aportada durante enero y en parte también la amplitud térmica contribuyó a un satisfactorio llenado de los granos.
A corto plazo comenzarán a recolectarse los primeros lotes en el departamento de Marcos Juárez (Córdoba). Cierta similitud tuvo el componente climático en las zonas periféricas a la zona núcleo, tales como muchas áreas del centro y oeste de Buenos Aires, sudoeste de Córdoba, resto de Entre Ríos y el centro de Santa Fe.
Por otra parte, los cultivos tardíos de las áreas centrales y del nordeste de Córdoba, que constituyen mayoría en esta campaña, desarrollan muy bien augurando muy buenos rindes. A pesar de que las importantes lluvias ocasionaron algunos daños en los plantíos de Salta y Tucumán, la condición mayoritaria sigue siendo de buena a muy buena y el agua esta vez no es el factor limitante en ambas provincias donde la superficie destinada al cereal ha crecido. En esta última provincia, los tempranos transitan la floración y los tardíos en fases vegetativas. En el Chaco en tanto, también con incrementos en la superficie cultivada, las trillas iniciales arrojan discretos resultados, pero aumentarán en los cultivos más tardíos, mejor posicionados por el clima. Muy distinta es la situación en el sudoeste de Córdoba con cultivos seriamente comprometidos por la incidencia del Mal de Río Cuarto (MRCV).
Fuente:
GIRASOL
Al 9 de febrero el progreso de la recolección totalizó el 21,1 % de la superficie apta, mostrando un adelanto intersemanal de 1,1 punto porcentual, ligeramente atrasada respecto a igual fecha del año anterior en un 1,3 puntos.
Se recogieron en total algo más de 710.000 toneladas con un rendimiento medio de 14,1 qq/ha, que respecto de la temporada pasada muestra una reducción del 23 %.
La caída productiva se correlaciona directamente con la baja performance de la cosecha en Chaco. Ya concluida en esta provincia los resultados no fueron los esperados por los productores locales.
La productividad media unitaria parece situarse por debajo de los 12,0 qq/ha, vinculada a un cúmulo de inconvenientes que enfrentaron los plantíos entre los que merece citarse los climáticos y sanitarios.
Períodos prolongados con falta de lluvias suficientes, elevadas temperaturas y el efecto de la mosquita del capítulo fueron entre otros factores, los condicionantes de las mermas en los rindes y en la calidad del producto.
La última de las tandas cosechadas correspondientes a siembras muy tardías, deprimió aún más el rinde provincial. Del total producido hasta la fecha un 67 % proviene de las trillas efectuadas en esta provincia y en la de Santiago del Estero.
El porcentual restante se origina en superficies recolectadas en el nordeste, noroeste y regiones centrales de Santa Fe, como asimismo en Entre Ríos, donde se calcula en un 20 % el avance de la cosecha. La variabilidad de los rendimientos logrados es muy elevada (12-24 qq/ha), muy por debajo de los inicialmente esperados como consecuencia de los vaneos en los capítulos por excesos de lluvias en floración, volcado de lotes por vientos y el bajo peso de las semillas.
También se observa dispersión en las productividades obtenidas en el nordeste de Santa Fe (8 a 18 qq/ha), regiones centrales (15 a 24 qq/ha) y en el noroeste con mejores rindes (20 a 36 qq/ha).
Mejores cultivos se observan en el nordeste y en el este de Córdoba, sur de Santa Fe y centro norte de Buenos Aires, aunque no son muchas en estas regiones las hectáreas cultivadas.
También se presentan mejor posicionados en el sur de la provincia mediterránea y en el oeste de Buenos Aires. En menor condición se observan en el norte de La Pampa donde llenan el grano bajo condiciones limitantes de humedad, y más complicados hacia el centro sur provincial, donde las precipitaciones fueron hasta la fecha insuficientes para recuperar la humedad edáfica y ya comienzan a perderse superficies cosechables.
El mayor problema de la actual campaña reside en la marcha del cultivo en el sudeste de Buenos Aires, la principal cuenca productiva del país. La región aporta al conjunto nacional el 30 % de la superficie cultivada y el clima seco prolongado está afectando al cultivo. De hecho ya se calculan importantes reducciones en las productividades físicas en los plantíos implantados en los partidos de Tres Arroyos, San Cayetano, Coronel Dorrego y Adolfo G. Chaves, donde solamente en algunas áreas, más favorecidas por las lluvias presentan una mejor condición. También se prevén inferiores en Necochea dado que transitan el llenado del grano con poca reserva de humedad y en localidades aledañas tales como, San Manuel, Lobería, J.N. Fernández, La Dulce y Napaleufú. Contrariamente, mejor situados están los cultivos en las zonas costeras de los partidos de General Alvarado y General
Pueyrredón, desmejorando hacia Balcarce y Tandil. La producción nacional sentirá el impacto del clima adverso en el sudeste a lo que debe adicionarse la mediocre performance ya descripta para el Chaco. La esperanza de lograr una cosecha normal en el sudoeste bonaerense, no compensaría los menores volúmenes que se esperan para el sudeste
SOJA
Finalizó la siembra de la oleaginosa estimada en una superficie de 16.1000.000 hectáreas. La mayor parte del área implantada continúa en muy buena condición, fundamentalmente en las zonas centrales de mayor aptitud productiva que recibieron nuevamente modestas pero positivas recargas hídricas.
La conjunción del clima muy propicio para el desarrollo y la inversión en tecnologías que incrementaron el potencial productivo de los cuadros, permiten inferir rindes de niveles históricos para el Núcleo Sojero Líder y su amplia periferia.
Así, la mayor productividad y la expansión que tuvo el cultivo harían de la campaña 2006/2007 la del mayor volumen histórico.
Si bien los plantíos de segunda ocupación aún deben superar etapas de desarrollo muy importantes para el rinde, el afianzamiento en la condición de los lotes de primera siembra permitiría proyectar una producción de 44.300.000 toneladas para el presente ciclo.
La evolución climática de febrero será clave para consolidar la producción de los cuadros, primordialmente la segunda quincena y los primeros días de marzo para las sementeras de segunda que ocupan algo mas de un 25% del área implantada.
Condiciones de humedad y sanidad favorables para estos plantíos podrían fortalecer la productividad nacional causando mejoras a la producción actualmente pronosticada. Asimismo la ocurrencia de un otoño con excesos hídricos y complicaciones para la cosecha podrían limitar estos mayores guarismos.
En el Noroeste Argentino la abundancia de las lluvias, a pesar de causar algunos daños y pérdidas puntuales, permitió un desarrollo extraordinario en los plantíos tucumanos y salteños calificados de muy buenos.
En el sur de Salta las más adelantadas iniciaban la floración mientras hacia el norte donde recientemente se finalizaron las siembras transitaban la mayor parte la fase vegetativa.
En el aspecto sanitario los picudos se destacaban como el mayor problema que obligaba controles con distintos insecticidas. El norte de Santa Fe continúan buenas a muy buenas, ya en las primeras etapas reproductivas las sementeras más precoces. Las temperaturas moderadas y los aportes regulares que ocasionaron las lluvias permitieron prolongar la fase vegetativa que se evidencia en el gran desarrollo (altura y ramificaciones) que lograron las canopias.
La salvedad se localiza en una franja entre Ceres y Villa Trinidad donde la menor disponibilidad hídrica comenzaba a causar algún grado de desmejora. En
Entre Ríos se detectaron los primeros cuadros con Roya. Los plantíos puntuales afectados se ubican en el Paraná y el sur de Villaguay.
La incidencia fue leve pero obligaba a un mayor monitoreo y control de las enfermedades de fin de ciclo. En la provincia litoral la condición general es buena aunque también se evidenció algunos síntomas de estrés en los departamentos del centro-nordeste con menor nivel de humedad. El estado general de la soja en Entre Ríos es bueno, esperándose hasta el momento la obtención de rendimientos acordes; aunque en los Departamentos que actualmente cuentan con reservas escasas, principalmente en los barreros de los lotes ha comenzado a visualizarse leves síntomas de estrés hídrico.
En el Núcleo Sojero Central y la amplia periferia los plantíos de afianzaban su muy buen desarrollo. Los de primera ocupación de la mayor parte de Córdoba, centro-sur de Santa Fe y Entre Ríos continuaban formando el grano mientras en los lotes mas precoces los granos de los nudos superiores había completado su desarrollo ocupando totalmente la cavidad de las chauchas. Los más tardíos continuaban la etapa más crítica para el rinde en que se define el némero de granos/m².
La ausencia de limitaciones evitaba los recortes al rendimiento usuales en este periodo del desarrollo por la propensión al aborto de vainas y granos. La muy buena condición ambiental y la elevada inversión tecnológica causaban plantas con gran cantidad de vainas y granos. En no pocos lotes de primera ocupación se contabilizaron 100 vainas/planta.
Esto permitiría inferir para las de primera de muchas áreas centrales, rendimientos en el orden de los 45qq/ha y hasta 50qq/ha promedio, si las condiciones persisten favorables. Las de segunda entre con mayor variabilidad en los estados fenológicos (R1-R3), si bien deben atravesar el período mas critico (R4,5-R5,5) potencialmente podrían superar 33qq/ha en éstas áreas de mayor aptitud (Marcos Juárez, Cañada de Gómez, Casilda, Venado Tuerto entre otras).
La mitad norte de Buenos Aires, algo más retrasado en las etapas de desarrollo que atraviesa (siembras posteriores a las otras áreas del Núcleo), permanecía en condición muy buena. Hacia el oeste se registraban algún nivel de faltante de agua que se acentúa hacia el sur de Trenque Lauquen.
MAIZ
Prácticamente ha finalizado la siembra en todo el país. La superficie cultivada dedicada a la producción de grano comercial se calcula en 2.815.000 hectáreas. Equivalen a la implantación con esta finalidad de algo más de 400 mil hectáreas respecto de la campaña agrícola precedente. La cosecha ha comenzado en el Chaco, Norte de Santa Fe y Entre Ríos*, aunque la mayor parte de lo recolectado es con destino ganadero (confección de reservas para el ganado). La condición de los plantíos en la zona núcleo sigue siendo de muy buena a excelente. Las precipitaciones de comienzos de la semana apoyaron el llenado de los granos para aquellos cultivos en estado pastoso a duro por lo que seguramente llegarán satisfactoriamente a la madurez fisiológica. Los cultivos ya hechos entregarán óptimos rendimientos con algunos cultivos de hasta 160 qq/ha. debido al elevado número y peso de los granos. Las precipitaciones mencionadas continuaron abasteciendo suficientemente las necesidades hídricas de los plantíos tardíos y de segunda ocupación, que bajo un clima futuro amigable también perfilarían muy buenas productividades. Los más tempranos en espigazón y el resto en estados vegetativos con muy buen desarrollo foliar. Este escenario se da en toda la región líder compuesta por el sur de santa Fe, norte de Buenos Aires, sudoeste de Entre Ríos* y el este de
Córdoba. En términos generales las lluvias de diciembre favorecieron la fijación de los granos en la pre y plena floración. Después, el agua aportada durante enero y en parte también la amplitud térmica contribuyó a un satisfactorio llenado de los granos.
A corto plazo comenzarán a recolectarse los primeros lotes en el departamento de Marcos Juárez (Córdoba). Cierta similitud tuvo el componente climático en las zonas periféricas a la zona núcleo, tales como muchas áreas del centro y oeste de Buenos Aires, sudoeste de Córdoba, resto de Entre Ríos y el centro de Santa Fe.
Por otra parte, los cultivos tardíos de las áreas centrales y del nordeste de Córdoba, que constituyen mayoría en esta campaña, desarrollan muy bien augurando muy buenos rindes. A pesar de que las importantes lluvias ocasionaron algunos daños en los plantíos de Salta y Tucumán, la condición mayoritaria sigue siendo de buena a muy buena y el agua esta vez no es el factor limitante en ambas provincias donde la superficie destinada al cereal ha crecido. En esta última provincia, los tempranos transitan la floración y los tardíos en fases vegetativas. En el Chaco en tanto, también con incrementos en la superficie cultivada, las trillas iniciales arrojan discretos resultados, pero aumentarán en los cultivos más tardíos, mejor posicionados por el clima. Muy distinta es la situación en el sudoeste de Córdoba con cultivos seriamente comprometidos por la incidencia del Mal de Río Cuarto (MRCV).
Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires