Tras el cierre del Matadero Municipal ordenado por la Dirección de Ganadería de Mendoza, debido a que no cumplía con las normas mínimas de bioseguridad establecidas por el Senasa, se estudia ahora la construcción de otro edificio en el que podría llegar a invertirse hasta un millón de pesos. En el local cerrado se faenaba ganado caprino, ovino y porcino de unos 30 matarifes de San Carlos y Tunuyán.