La Argentina exportó durante el año pasado alrededor de 6,23 millones de toneladas. Partiendo de un flete promedio que puede estar en alrededor de u$s60/tonelada, se llega a un monto de fletes por la exportación de aceites cercano a los u$s370 millones.
La disminución de la capacidad de bodega para el transporte de aceite, por la entrada en vigencia de las nuevas normas de la OMI (organismo encargado de mejorar la seguridad del transporte marítimo dedicado al comercio internacional y de prevenir la contaminación de los mares) sobre el doble casco en los buques a partir del próximo año (2007), fue estimada por la Bolsa de Comercio de Rosario en alrededor de 33 por ciento.
Esta reducción implicará un aumento en el flete marítimo de los aceites. Para la Argentina esto es evidente dado que alrededor de 70 a 80% de la flota que durante el año pasado ha cargado aceite en los puertos aledaños a Rosario no cumplirían con las exigencias mínimas que se han fijado.
Si se estima un incremento en los fletes para el transporte marítimo de aceite de 20% (lo que no es raro dado que se producen dos efectos: menor capacidad de bodega y mayor uso de barcos más nuevos y con doble casco), implicarían mayores costos por alrededor de u$s75 millones.
Desde la Bolsa rosarina consideran que la repercusión de este incremento de los fletes incidirá totalmente en una baja del precio FOB de las exportaciones argentinas y repercutirá en mínima parte como un aumento en el precio CIF para los compradores.
âParte de ese aumento ya se ha ido produciendo en los últimos tiempos, tal como se refleja en una de las gráficas del Índice del Báltico para el aceite crudoâ, explican en un informe desde la Bolsa.
