A principios de esta década surgieron los primeros pooles de venta, que consisten en la agrupación de entre 5 y 10 tamberos de una misma zona que reúnen cierto volumen de leche de una calidad similar y que la negocian con diferentes industrias. El mecanismo se popularizó en los últimos dos años y se difundió entre diferentes cuencas lecheras
La asociación les permite a los productores negociar mejores valores con las fábricas, saber de antemano el precio por litro que cobrarán y no tener la necesidad de vender el producto a una sola empresa.
Los tamberos señalaron que cobran un precio hasta 10% superior respecto del que recibirían si comercializaran la producción en forma individual.
Si bien no hay datos estadísticos oficiales, habría cerca de 50 pooles en el país que manejarían 2,5 millones de litros diarios. El volumen que reúne cada uno es variado y va de los 50.000 a los 500.000 litros diarios.
Actualmente, un precio promedio en el mercado es $0,50 por litro. Con un sobreprecio del 10% y una entrega de 100.000 litros diarios, el beneficio es de $5.000 por día.
Las formas legales de estas asociaciones son variadas y no existe un modelo a seguir. En la mayoría de los casos se forman uniones transitorias de empresas o asociaciones de colaboración empresaria. En otros, el arreglo es simplemente de palabra. En la mayoría de los casos, las ACE y las UTE cuentan con una comisión directiva formada por los mismos integrantes del pool, no son cargos rentados y suelen ser ellos mismos los que negocian el precio.
Los convenios con las empresas pueden durar entre 2 y 6 meses y el valor acordado se puede actualizar de acuerdo con la evolución de costos de la industria y la producción.
Un productor de Brandsen, integrante de un pool, indicó que los 5 participantes juntan 80.000 litros por día y que cobran $0,55 por litro, hasta 5 centavos más de lo que recibirían si cada uno negociara por su cuenta.
Otra figura que surgió junto con los pooles es la del comercializador que acostumbra cobrar una comisión del 1 por mil sobre el valor de la operación y que puede tener a su cargo la colocación de la leche de diferentes pooles.
Otra ventaja es que un mismo pool puede comprometerse con diferentes industrias, con lo cual disminuye el riesgo por la falta de pago o el atraso en alguna de las empresas lácteas. Según comentó un intermediario algunos pooles que manejan grandes volúmenes han llegado a licitar la leche entre varias industrias y finalmente cerraron el negocio con las que ofrecían mejores condiciones de precio y plazo de pago.
Si los productores están agrupados bajo alguna figura legal, la industria envía una factura única a la ACE o UTE y luego los integrantes del pool distribuyen el dinero de acuerdo al criterio acordado. Por lo general se reparte en forma proporcional de acuerdo a la cantidad y la calidad del producto provisto por cada uno. Si el acuerdo entre los tamberos es de palabra, la facturación es individual.
Al momento del arreglo con la industria se estipula también un sistema de multas que implica el pago de valores inferiores a los pautados en caso de que no se cumpla con los volúmenes o la calidad acordados.
Mayor poder de comercialización
Daniel Villulla, comercializador que opera principalmente en la cuenca oeste de Buenos Aires, comentó: “En los últimos años la industria se fue concentrando. Lo mismo está pasando con la producción, donde se redujo el número de tambos y sólo sobrevive el más eficiente. Por eso surgió este sistema cuya principal ventaja es darle mayor poder de comercialización al productor y hacer más previsible el negocioâ.
Según Villulla, los tamberos se encuentran en una posición desventajosa frente a la industria y estas formas de asociación les premite sumar fuerzas para lograr mejores valores.
NIcolas Razzetti
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