Tras el anuncio del cese de comercialización propuesto por la Mesa de Enlace del campo argentino, pero sin la participación de Coninagro, diferentes actores, asociaciones y entidades suman apoyo y otros critican la medida.
En esta línea, el presidente de la Sociedad Rural de Córdoba, Pedro Salas, aseguró que la entidad “adhiere a que se continúe con la producción, el trabajo y el desarrollo”, y por esa razón “no vamos a apoyar ningún boicot que vaya a restringir la cadena alimenticia ni vaya a provocar a los argentinos desabastecimiento de alimentos en la góndola. No vamos a provocar devaluación ni inflación”.
En declaraciones al la agencia de noticias Télam, el ruralista afirmó que “ya se cumplió con una exportación de 34 millones de toneladas de maíz el año pasado”, y señaló que “siempre se acuerda que, cada vez que se alcanza un determinado cupo de exportaciones, se reserva el resto para la producción”.
El dirigente precisó que “esto abarca a los productores de pollos, a los feedlot, a la lechería, y a la producción de bioetanol y alimentos, como la polenta y el aceite de maíz”.
“Los exportadores son los que retienen el maíz, porque el productor en su mayoría ya lo vendió“, indicó Salas al tiempo que subrayó que es el sector agroexportador es el que “está reclamando liberar y exportar, y no cumplir los acuerdos históricos que hubo con la cadena alimenticia para sostener los precios, el mercado, el empleo y los salarios”.
Salas además afirmó que la medida adoptada por el Gobierno sobre las exportaciones de maíz “fue hecha a pedido y solicitud de las cámaras interesadas, especialmente la de pollos, ya que el maíz es su insumo diario, y porque le manifestaron al Gobierno el incumplimiento en los acuerdos por parte de la cadena que tiene los acopios del maíz“.
Y concluyó: “Es una medida que no perjudica a nadie y beneficia a los 40 millones de argentinos. Cualquier valoración distinta que se haga, es una cuestión político partidaria“.