Funcionarios argentinos y brasileños coincidieron en que el problema de acceso de arroz nacional al vecino país no debería eclipsar la integración regional y reconocieron que la solución pasaría por la búsqueda de terceros mercados.
Por el lado argentino, el subsecretario de Integración Económica, Eduardo Sigal, aseguró a Infocampo que “no podemos admitir esto que está pasando, que los productores nos cortan los pasos fronterizos, porque nos llevan a peleas entre trabajadores”.
Después de aclarar que el tema se tratará la semana próxima en la reunión de la Comisión de Monitoreo del Comercio de ambos países, el funcionario propuso “aunar esfuerzos, asociarnos los productores de los tres países (Argentina, Brasil y Uruguay) y salir a ganar terceros mercados, con ayuda de los estados”.
Por su parte, Marco Aurelio García, asesor del presidente Lula, admitió que su país “debe tomar medidas que compensen a los arroceros brasileños, discutir las condiciones de producción, los insumos y la financiación, porque no vamos a renunciar a una política de integración en función de este problema”.
Aclarada esta decisión del estado brasileño, García agregó que “los productores tienen derecho de protestar, pero nosotros creemos que los valores de la integración son más importantes”.
En otro orden, Aurelio García se refirió a los sectores agroindustriales de ambos países y destacó que “la Argentina y Brasil tienen una paridad muy fuerte en cuanto al desarrollo y la tecnología, la diferencia es que la Argentina tiene productos de mejor calidad que los nuestros”. Pavada de reconocimiento por parte del país “mais grande do mundo”.
