La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario publicó su informe semanal para la zona núcleo en el que, además de reafirmar la crítica situación que se vive con la cosecha de soja, analizó las variables climáticas que están incidiendo en este escenario de catástrofe productiva.
En primer término, la GEA subrayó que la continuidad de la sequía obedeció a la persistencia de un bloqueo atmosférico, asociado a la posición del anticiclón del Atlántico sobre el área central del país.
Este intenso centro de alta presión, situado frente a la costa este de Argentina, impidió durante los últimos 45 días el ingreso de los sistemas frontales hacia el centro del país.
“El resultado fue una virtual barrera de circulación que dificultó el avance de lluvias y tormentas más allá del centro bonaerense, La Pampa y la franja oeste de la región pampeana llegando hasta el norte del país”, explicó el consultor meteorológico, Alfredo Elorriaga.
Y completó: “Es decir, una campana invisible que mantuvo ausentes las lluvias sobre el sudeste de Córdoba, centro-sur de Santa Fe, Entre Ríos y norte de Buenos Aires”.
OLA DE CALOR
De todos modos, la variable que se acopló a la falta de agua y le dio la estocada final a los cultivos fue la persistencia de temperaturas extremas que no cesaron desde finales de febrero.
Según Elorriaga, no hay registros en los últimos 100 años de una ola de calor tan larga en el tiempo –18 días consecutivos– y con temperaturas mínimas y máximas tan elevadas.
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“Lo llamativo fue que las temperaturas mínimas durante este período presentaron el mismo nivel que las temperaturas máximas medias de marzo, y las temperaturas máximas estuvieron 10°C por encima de la temperatura máxima promedio para el mes”, enfatizó el experto.
¿VIENEN LLUVIAS?
En este marco, Elorriaga fue optimista sobre la posibilidad de que el verano finalice con lluvias que traigan al menos un paliativo y permitan proyectar con mejor ánimo la próxima campaña.
“La buena noticia es que los pronósticos indican que, a partir de la segunda quincena, el bloqueo comienza a desplazarse hacia el este y la circulación de los sistemas frontales aumenta su incursión hacia el centro del país. Esto provocará un cambio de masa de aire, un descenso generalizado de las temperaturas y el desarrollo de lluvias y tormentas que, aunque todavía erráticas y dispares, aumentarán su área de cobertura”, añadió.