La globalidad del clima y su impacto, muchas veces, es difícil de dimensionar. Sin embargo, ahora, con datos y mayores precisiones en las proyecciones se pueden hacer ajustadas estimaciones.
La Oficina de Meteorología Australiana (BOM, por sus siglas en inglés) viene siguiendo de cerca y con atención el progreso de los valores del índice del dipolo del Océano Índico (IOD) que son negativos desde hace seis semanas y se trata de un fenómeno que, aunque lejano a la región agrícola sudamericana, tiene ingerencia sobre las precipitaciones.
Desde la Oficina indican que, para considerar una fase negativa del dipolo deben transcurrir ocho semanas de temperaturas negativas en las costas del este africano sobre el Océano antes mencionados.
Sin embargo, en la proyección eso parece que se cumplirá, de acuerdo a los expertos australianos.
¿Qué significa?
Según el Servicio Meteorológico Nacional, diversos estudios demostraron que la importante teleconexión entre el dipolo y el sur de Sudamérica sucede durante la primavera, entre septiembre y noviembre.
“Se sabe que la fase negativa del dipolo disminuye las precipitaciones en la cuenca del Plata: el litoral de Argentina, Uruguay y sur de Brasil”, indicaron desde el Servicio.
Realmente, un problema para la gran región, considerando la crítica falta de precipitaciones que padece la Gran Cuenca del Río Paraná.
Por su parte, la Oficina australiana mantiene “neutral” la perspectiva de “El Niño” ya que la mayoría de los indicadores oceánicos y atmosféricos están dentro de ese rango. Esto significa, en contrapartida al dipolo, que las precipitaciones en la región se mantendrán en niveles promedio.
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“La mayoría de las perspectivas de los modelos climáticos indican que es probable que un estado neutral de El Niño continúe durante el resto del invierno y la primavera del hemisferio sur, a pesar de que las temperaturas de la superficie del océano Pacífico tropical se enfríen lentamente durante los próximos seis meses”, señalan los especialistas.
Para concluir, otro fenómeno bajo estudio por los autralianos es el Modo Anular del Sur (SAM, por sus siglas en inglés), asociado a variaciones en la presión atmosférica en la Antártida.
Esta variable está cambiando de valores negativos a neutrales por estos días, es decir, cambia su patrón que provacaría menores precipitaciones en latitudes medias, como las agrícolas argentinas, a no tener injerencia importante sobre el compartamiento de las lluvias en la región.