El girasol es un cultivo con fuerte arraigo al nordeste argentino. Allí, los productores lo eligen como opción de primera siembra o segunda dentro de un esquema de rotación de dobles cultivos de verano.
Este importante desarrollo que tiene el cultivo en la zona ha permitido que los productores eficienticen cada vez el manejo de la oleaginosa, según la calidad ambiental.
Esto, NK Semillas lo sabe y por eso tiene un material para cada ambiente de la región.
“Los productores validan la inversión y el desarrollo que venimos realizando en la evolución de nuestros girasoles porque tuvieron la oportunidad de comprobar los resultados en sus campos”, asegura Francisco Pérez Brea, gerente de Marketing de la marca.
Mirá también Qué es y cómo funciona el taxi de leche pasteurizador, una tecnología clave para la crianza de terneros
Dentro del portfolio de NK Semillas hay cinco híbridos destacados.
La novedad:
SYN3975 CLHO. Tiene un potencial superior para el NEA, tanto en rendimiento de grano como en contenido de aceite, y representa una nueva generación de híbridos alto oleico. Permite a los productores obtener un valor diferencial.
De alto potencial:
SYN3970 CL: Es el híbrido con mayor potencial de rendimiento del mercado, ciclo corto y encaja bien en un doble cultivo de verano “Tiene una bonificación importante en materia grasa”, resalta Luciano Belloni, Líder de Desarrollo de Producto Girasol.
SYN4070 CL: Es un híbrido de excelente respuesta para ambientes con alto potencial de rendimiento, en los que se destaca por su alta tolerancia al vuelco y máxima seguridad a cosecha.
SYN4066: Con gran potencial de rinde, tolerancia al vuelco y resistencia genética a Downy Mildew.
“Los productores notan que la genética NK mejora los negocios en el cultivo de girasol”, dijo Pérez Brea.
Para ambientes medios:
SYN3939 CL: Ofrece gran productividad de ciclo intermedio y es una semilla especialmente indicada para los ambientes de mediano a bajo potencial. Además se destaca por su óptimo perfil sanitario.
Asimismo, NK tiene más novedades para la región: se trata de “Sistema NK”, una herramienta clave para proyectar el resultado en cada lote.
Con ella el productor puede analizar junto al asesor de su zona, cuál es el material más adecuado para cada ambiente y cuál el manejo más eficiente para lograr los mejores resultados.