Con la cooperación de los productores y la ayuda de los gobiernos provinciales, el Senasa continúa realizando monitoreos intensivos en un área de nueve millones de hectáreas en Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Santa Fe, a fin de minimizar el impacto de la plaga.
Con condiciones ambientales predisponentes, en los últimos días, las langostas aparecieron y comenzaron dispersarse. Intensos vientos del norte, temperaturas relativamente altas y la presencia de la plaga en la región fueron el marco para que las mangas crucen la provincia de Formosa en dirección sur, hacia el territorio chaqueño.
“A partir de la presencia de la langosta en los países limítrofes de Bolivia y Paraguay, el Senasa, a través del Programa Nacional de Acridios, trabaja en el seguimiento de los focos de langostas denunciados y localizados en Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Santa Fe, y lleva adelante estrategias conjuntas con los gobiernos provinciales y organizaciones de productores para la contención de la plaga”, dijeron desde el organismo.
Con la denuncia de los productores y la coordinación de estrategias junto con los gobiernos provinciales se vienen relevando los focos detectados y se están llevando adelante acciones de mitigación. Los técnicos del Senasa monitorean en un área aproximada de nueve millones de hectáreas en cuatro provincias. Y, según aseguran desde el organismo, a pesar de la rápida dispersión de la plaga, no existen reportes de daños significativos en cultivos.
Actualmente se analizan las áreas donde se realizarán los controles fitosanitarios necesarios para bajar la densidad poblacional de la plaga y cortar su ciclo reproductivo.
“Para lograr el objetivo de mitigación de la plaga es imprescindible que el Estado cuente con el compromiso de productores y vecinos. En caso de detectar la presencia de langosta es obligatorio denunciarla al 0800-999-2386, enviando un correo electrónico a acridios@senasa.gob.ar, o a través de la aplicación móvil “Alertas Senasa””, indicaron desde esa dependencia.
Cabe recordar que los productores deben realizar los controles correspondientes en sus campos y utilizar productos autorizados por el Senasa para la lucha contra el acridio.