La delegación de empresas molineras de Córdoba y Santa Fe ya se encuentra en Río de Janeiro para participar de la Misión Agroindustrial Brasil 2017, junto a representantes de la Bolsa y Cámara de Cereales de Córdoba y de la Agencia ProCórdoba. El evento ha sido organizado por Cancillería Argentina, las Agregadurías Agrícolas de Argentina en Brasil, los Consulados y el Ministerio de Agroindustria de la Nación
Las actividades se desarrollan hoy en el Hotel Hilton Copacabana, bajo el formato de rondas de negocios, y la agenda para los molinos contempla reuniones con importantes empresas de Brasil pertenecientes a la industria de panificación, pastas, galletitas, molinos, supermercados, distribuidoras, importadoras y traders internacionales, de los Estados de Río de Janeiro, Pernambuco, Salvador de Bahía, San Pablo, Belo Horizonte, Paraná, Río Grande do Sul y Santa Catarina.
En este sentido, existen expectativas positivas para las empresas de nuestro país, dado que se espera una recuperación de la economía brasilera tras dos años de recesión. De acuerdo a datos brindados por el Consulado General de la República Argentina en San Pablo, se proyecta que en 2017 Brasil importe 600.000 toneladas de harina de trigo durante 2017, prácticamente duplicando las 351.000 toneladas importadas durante 2016. Los principales Estados importadores son Paraná con una participación del 32,7%, seguido por Santa Catarina (19,46%) y San Pablo (11%).
Por esta razón, el pasado martes la delegación de molinos había participado de rondas de negocios con empresas de Santa Catarina y con la Asociación Catarinense de Supermercados (ACATS) en el marco del lanzamiento del evento “Exposuper 2018”, donde estuvieron presentes todos los supermercados del Estado.
Santa Catarina es el principal productor de cerdos de Brasil, y segundo productor avícola, con un marcado perfil exportador, al ser el único Estado brasileño que posee un estatus sanitario de zona libre de Peste Porcina Clásica sin vacunación, así como de libre de Fiebre Aftosa sin vacunación. Esta condición ha permitido insertarse en los mercados de la Unión Europea, Estados Unidos, China, entre otros.
“La industria de transformación ha llevado a que exista un déficit en el balance de maíz y harina de soja de la región, siendo necesaria su importación de otros Estados y países. Asimismo, el trigo ha ido perdiendo rentabilidad frente a la rotación Soja-Maíz Safrinha, sumado al alto riesgo que significa el componente climático en esas latitudes. Ello ha conducido a un retraimiento en la siembra por parte de los productores, abriendo oportunidades para la exportación de trigo y harina de trigo desde Argentina”, señalaron desde la Bolsa de Cereales de Córdoba.
