Muchos alimentos que consumimos a diario tienen distintas marcas y envases, pero adentro contienen el mismo producto. Se trata de una estrategia de ventas que utilizan las compañías con productos de “segunda línea”.
Así lo demostró el ingeniero en Alimentos Agustín Crok, que revela los secretos de los productos que compramos en supermercados a través de su cuenta de Instagram.
¿Cómo podemos reconocerlos?
Según Crok, es posible darse cuenta con sólo mirar la parte de atrás o de abajo del producto. Hay que observar:
- El R.N.E (una constancia de que la empresa fue inscripta en el Registro Nacional de Establecimientos y es único para cada compañía) del envase.
- La información nutricional.
- El orden de los ingredientes (los primero en aparecer son los que se encuentran en mayor proporción).
Si los tres coinciden, estamos ante el mismo producto.
Un ejemplo muy particular ocurre con la leche. Una famosa “primera marca” resulta estar procesada y envasada por la misma empresa que comercializa otra de “segunda marca” a menor precio, pero con la misma información nutricional.
Primera marca
Segunda marca
También encontramos ejemplos en manteca, jugo de limón, mayonesa y muchos otros productos que sólo cambian de precio por la marca.
¿Por qué sucede ésto?
Crok aseguró que las empresas lanzan segundas marcas para los sectores económicos bajos, pero con el mismo producto. La diferencia principal es que invierten menos en packaging, publicidad, entre otros puntos.