Con la implantación de una nueva variedad de caña de azúcar, probada en otras zonas productoras de Argentina y en la propia provincia, Misiones apuesta a fortalecer la cuenca cañera y mejorar el rinde no solo del Ingenio Azucarero, sino también del productor dándole incluso utilidad para la producción bovina. Así se planteó en la jornada de capacitación con productores cañeros y técnicos que se llevó a cabo el pasado miércoles en Itacaruaré (Departamento San Javier), organizado por el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Ministerio de Agroindustria de la Nación y el gobierno de Misiones.
Los especialistas mostraron en terreno que la incorporación de nuevas tecnologías y prácticas agrícolas da buenos resultados industriales y en el kilaje por hectárea, para más beneficio del productor. Es que, en la jornada en el establecimiento “El cerro”, hablaron sobre las variedades actuales y las que proponen implantar paulatinamente para mejorar la calidad y un mayor aprovechamiento de la infraestructura con que cuenta el ingenio.
Profesionales de la Biofábrica, del INTA, de la Universidad Nacional del Nordeste, del Ministerio de Agroindustria, del IFAI y del gobierno de Misiones explicaron las bondades de la variedad de caña de azúcar “NA 851602” contando sobre los beneficios logrados en otras provincias argentinas y el propio ensayo realizado en Misiones en las 60 hectáreas ya implantadas en ese lugar de la zona Sur de Misiones.
“Misiones hizo un gran esfuerzo en poner en condiciones el Ingenio, ahora la otra pata fundamental es la producción de campo ampliando la superficie cultivada”, afirmó el presidente del IFAI, Ricardo Maciel. Destacó la importancia de “este convenio con el INTA para la promoción de esta nueva variedad de caña, pues está demostrado que nos permitirá mejorar la producción porque se adapta muy bien a nuestra zona. No solo beneficiará al Ingenio, sino también al productor”, insistió.
Maciel recordó que “el año pasado se molieron aproximadamente unas 65 mil toneladas de caña”, tras lo cual anticipó que “para esta zafra proyectamos llegar a 70 mil toneladas, dependiendo como afecten las condiciones climáticas”. No obstante, fundamentó la decisión de potenciar la producción porque “el Ingenio tiene un potencial de molienda de 100 mil toneladas, lo que redundará en más beneficio de azúcar y alcohol”.
Del laboratorio al campo
La multiplicación in-vitro de caña seleccionada y saludable es otro aporte del Gobierno que se realiza desde el semillero de Biofábrica Misiones SA. La gerente de producción, Daniela Kubiak, explicó los distintos estadios del procedimiento con el que se aseguran alta calidad de la plantación y el consecuente rendimiento. “El diagnóstico de plantas sanas con moléculas libres de las principales enfermedades que afectan a la caña, nos asegura un semillero de alta calidad para reemplazar las plantaciones viejas”, consignó la profesional.
Kubiak hizo hincapié en este trabajo en conjunto con el INTA para la multiplicación del semillero de alta calidad con el que cuenta Misiones y que está a disposición de los productores. Sobre el trabajo en Biofábrica, señaló que “inicialmente demanda de 10 a 12 meses, obtener las primeras muestras saludables. Luego ingresan al banco genético con lo cual el proceso para la obtención de las semillas sanas se achica un poco. Esto mejora significativamente la calidad de las plantas y por ende el rendimiento del colono, haciéndose evidente también en el proceso industrial”.
Para azúcar y alcohol
“La variedad ‘NA 851602’ da buenos resultados tanto para azúcar como para alcohol”, afirmó el jefe del Departamento Agrícola del Ingenio Azucarero, Ramón Solís quien explicó sobre la tarea que se lleva adelante en los cañaverales de otras provincias donde se está intensificando la plantación de caña de azúcar.
Recordó que “el primer semillero de la variedad ‘NA 851602’ se viene probando desde hace 5 años y se destacó sobre otras variedades. Este nos dio la mejor producción por hectárea y fue catalogado de buen uso tanto para azúcar como para alcohol”, remarcó.
Solís puso énfasis que “el recambio de variedad no genera retrocesos, sino por el contrario con lo cual Misiones está dando un paso adelante en el proceso de implantación con una variedad que aquí ya demostró tener un buen desarrollo, lo que esta variedad no logró en suelo tucumano”.
Pensando en bioenergía
A su turno, Arturo Felipe del INTA Famailla, historió que “el mejoramiento en la caña de azúcar en Tucumán arrancó a fines de la década del 50”, pero se mostró preocupado por “el monovarietalismo, porque eso genera una situación de vulnerabilidad grande, ya que el recambio no es tan sencillo como en otra plantación. De ahí la necesidad que el productor tome conciencia y se vaya adaptando a las nuevas propuestas”.
Si bien dijo que existe un reservorio genético con una gran variedad de cañas, originarias incluso de Venezuela, Brasil, entre otros países, que se están probando en una red de cultivos, pidió que se piense en los nuevos escenarios no limitados únicamente al azúcar, sino también pensando en la bioenergía.
Felipe diferenció la producción misionera, “pues no es la misma existente en Tucumán y Jujuy, estos clones que estamos promoviendo ya se probaron con buenos resultados acá, lo que nos hace pensar en que estamos por el buen camino para el recambio”. Las bondades de la caña en la alimentación bovina, también fue abordado en la ocasión. La charla estuvo a cargo de la magister e ingeniera agrónoma, María Belén Roessner. Luego de observación en terreno sobre el buen desarrollo de la variedad promocionada, los asistentes y productores compartieron un almuerzo campestre.