Desde el primer momento en que las consecuencias de la sequía se hicieron visibles, tuvimos la firme decisión política de abrir el diálogo para brindar una rápida respuesta a los efectos que las contingencias climáticas ocasionaron a las producciones locales.
Mientras que las provincias afectadas decretaron la emergencia agropecuaria por sequía, desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación articulamos una serie de medidas destinadas a mitigar el impacto de esta falta de lluvias, con una premisa básica: llegar con celeridad a la mayor cantidad posible de afectados, tal como nos ha encomendado la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En esta tarea, trabajamos junto al INTA para analizar el escenario en las diferentes zonas productivas del país, seguir de cerca su evolución y, de esta manera, brindar soluciones concretas a las necesidades reales de los productores.
Para abordar la problemática de la sequía en la provincia de Buenos Aires, mantuvimos un encuentro con el ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, donde evaluamos el efecto del clima en diversas regiones bonaerenses, con especial énfasis en el sudoeste de la provincia.
En este sentido, trabajaremos en conjunto entre nación y provincia, para llegar con las políticas públicas necesarias de la manera más eficiente y en el menor tiempo posible. Asimismo, avanzaremos en una secuencia de políticas complementarias, con el fin de aplicar de la mejor manera los recursos de ambos estados.
Asimismo, efectuamos encuentros con la Comisión de Emergencia Agropecuaria, donde estuvieron presentes integrantes del Ministerio, de la Sociedad Rural (SRA), Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA), y representantes de las provincias afectadas.
En el marco de estas reuniones, se aprobaron los decretos de emergencia agropecuaria para las provincias de Buenos Aires, La Pampa, San Juan, Neuquén y Misiones, y también se analizó la posibilidad de otorgar créditos blandos a los productores afectados. De esta manera, se decretó la emergencia agropecuaria hasta el 31 de diciembre de 2012 para la provincia de Buenos Aires y La Pampa, mientras que la emergencia alcanzará a Misiones por 180 días.
Por otro lado, el lunes próximo, junto con mi equipo técnico, estaremos recorriendo las zonas afectadas de la provincia de Santa Fe, para proveer la ayuda necesaria. Allí, proponemos la siguiente distribución de fondos:
$1 millón a la Sociedad Rural de Tostado, para albergar unas 9000 cabezas de ganado. Alojamiento subsidiado en su totalidad para los productores que tengan hasta 200 cabezas. En el caso de los que tengan entre 201 y 500 se subsidiaría un alojamiento en el 50 por ciento.
$ 1 millón a la asociación para el Desarrollo del Departamento de 9 de Julio. Se destinaran esos fondos para el subsidio del acarreo de agua para consumo ganadero y forrajes. Esto permitiría ayudar a 250 productores y a 90 mil cabezas de ganado bovino.
$ 1 millón a la Asociación para el Desarrollo del Departamento de Vera, para el pago de alimento y acarreo de agua. Se asistiría a más de 300 productores y a más de 100 mil cabezas de ganado.
$ 2 millones para acondicionar el canal a cielo abierto a la vera de la Ruta 91-S, que lleva agua desde el río Salado hasta Villa Minetti. Se plantea la necesidad de realizar algunas derivaciones del canal en el sentido oeste-este de pendiente natural, que permitirían atender a más de 400 productores con unas 300 mil cabezas de ganado.
Con estas medidas, desde la cartera agropecuaria nacional vamos a acompañar a los productores en este momento. Nuestro objetivo es acercar soluciones rápidas y eficientes a las problemáticas originadas por la sequía, analizando caso por caso y en un marco de diálogo constante con todos los actores que representan al sector agropecuario.
* Ministro de Agricultura
(Columna publicada en Tiempo Argentino)