Con un promedio anual de producción de maíz de entre 60 y 70 millones de toneladas, el Estado de Iowa no es solo el territorio de Estados Unidos donde más volumen de cereal se cosecha cada temporada, sino que también lidera a nivel mundial.
Como para tener un parámetro: este año la cosecha maicera en Argentina se calcula en torno a 46 millones de toneladas; es decir, que Iowa supera con creces lo que se produce de maíz en todo nuestro país.
Esa es una de las razones por las cuales es el Estado elegido cada dos años –alterna con Illinois, el segundo mayor productor de Norteamérica– para la realización del Farm Progress Show, la mega feria de la maquinaria agrícola estadounidense, y todas las giras que organizan las empresas a su alrededor.
De una de ellas, realizada por la compañía Spraytec, participó Infocampo.
Infocampo en el Farm Progress Show: una visita al corazón agrícola de Estados Unidos
LAS CLAVES PARA LOS MAÍCES RÉCORD EN IOWA
Agustín Bianchini, coordinador de Investigación y Desarrollo en Spraytec, hizo un repaso sobre lo que observó la delegación conformada por productores, distribuidores y otros clientes oriundos de Argentina.
“Fue una recorrida eminentemente técnica, con foco en el estado de Iowa, que está en el corazón del cinturón maicero estadounidense”, resumió.
En ese sentido, entre el lunes y martes visitaron un distribuidor de productos Spraytec en esa región productiva, recorrieron campos con ensayos de diferentes tecnologías de tratamientos de semillas y nutrición, y también la Universidad Estatal de Iowa, donde dialogaron con expertos sobre los modelos agronómicos que se aplican allí y que permiten alcanzar los mayores rindes a nivel mundial tanto en soja –hasta 60 quintales por hectárea– como en maíz –hasta 250 quintales, más del doble que en Argentina–.
Entre ellos, escucharon a Antonio Mallarino, un especialista en fertilidad de suelos y nutrición de cultivos, quien destacó el manejo con nitrógeno y fósforo que se realiza en Iowa, a lo que se suma también aplicaciones de potasio, un nutriente que en el caso de Argentina todavía no es deficitario.
Asimismo, otro especialista de la Universidad de Iowa, Mark Licht, relató otras claves del manejo de maíz en el cinturón maicero estadounidense.
Por ejemplo, la importancia de la selección de un buen material híbrido, que se hace comparando bases de datos de distintos ensayos ubicados en numerosas localidades de Iowa, y también las densidades de siembra, que se ubican entre 75.000 y 90.000 semillas por hectárea.
Además, consideran muy importante respetar las fechas de siembra ideales, que van desde el 15 de abril hasta fines de mayo, en plena primavera boreal.
“Es porque, si no, cae el potencial de rendimiento, no solamente por la radiación sino porque se eleva el riesgo de sufrir heladas tempranas”, explicó Bianchini.
Finalmente, hay un foco muy grande también en las malezas, y no tanto en plagas y enfermedades, que tienen una menor incidencia.
UN SEMILLERO Y EL FARM PROGRESS
Luego de la visita universitaria, los participantes del viaje de Spraytec fueron hasta un semillero de Stine, una empresa líder en Estados Unidos, donde aproximadamente el 75% de la soja que se cultiva tiene “sangre” salida de alguna de sus líneas genéticas.
“Nos sorprendió la cantidad de parcelas de estudio y la cantidad de líneas que testean por año: son 60.000 híbridos y solamente se quedan con el 5% que más rinde. Ese proceso lo van repitiendo en el tiempo, lo que permite lograr no solo la mejor la mejor genética, sino también que las nuevas variedades que sacan son aún más rendidoras que las anteriores”, valoró Bianchini.
Por último, el miércoles llegó finalmente la oportunidad de conocer el gigantesco predio donde se desplegó el Farm Progress Show, con toda la oferta de maquinaria agrícola e insumos para el campo de vanguardia.
Allí, además de los numerosos lanzamientos relacionados con herbicidas, “uno de los temas que sigue sorprendiendo está vinculado al uso de drones para monitoreo de cultivos y aplicaciones de fitosanitarios”, enfatizó Bianchini.
Bajo este panorama, la conclusión a la que llegó es que “es más que claro y evidente que la adopción de tecnología es el mejor camino para para lograr altos rendimientos”, y eso significa no solo sumar innovaciones, sino saber elegir cuáles son las más apropiadas en función de las soluciones que uno necesita en su establecimiento.
Asimismo, el manejo integrado que contemple evaluaciones de con qué y cómo fertilizar, un control eficiente de las malezas, y la selección genética del mejor híbrido en función de qué tipo de planteo se realiza.
“Tener un buen paquete tecnológico es lo que genera estos rendimientos, que en algunos casos pueden llegar a entre 20 y 25 toneladas por hectárea en el caso del maíz, y entre 6 y 7 para la soja”, completó Bianchini.
MAÍCES “MUY PETISOS”
Por su parte, Guillermo Alonso, gerente de Grandes Cuentas y Semilleros de Spraytec, señaló su sorpresa porque, pese a que la producción maicera norteamericana se encamina a ser récord, la rentabilidad esperada por los farmers es negativa, debido al bajón de precios de los granos.
“Una diferencia instantánea que uno ve entre un productor americano y uno argentino, es que el primero puede soportar dos o tres años de quebranto, mientras que nosotros con dos años malos estamos prácticamente fuera del sistema”, graficó.
En materia de genética, Alonso se manifestó sorprendido por la alta adopción de la soja Enlist y también por el foco que tienen los criaderos de hallar un germoplasma de maíz “muy petiso”, que permita trabajar con densidades muy altas, por encima de 120.000 plantas por hectárea.
“Vamos a ver qué genera eso en cuanto a rendimientos y ver si esa tecnología de maíces enanos, de prácticamente una espiga de 30 centímetros, puede llegar en algún momento Argentina y qué beneficios nos puede llegar a traer desde el punto de vista comercial”, mencionó.
En tanto, Claudio Santanna, responsable comercial y técnico de Spraytec en Buenos Aires y La Pampa, valoró la oportunidad que brindó la empresa de hacer una recorrida técnica por una región que tiene los más altos estándares productivos a nivel global.
