El sector lechero atraviesa por estos días una profunda crisis. El desplome del mercado internacional afectó seriamente a la producción nacional, que se vio obligada a derivar buena parte de la producción al consumo interno.
“El panorama está complicado. Argentina tiene un volumen de exportación que está en el orden del 30% de la leche producida. Ahora viene la etapa de más producción del año, donde hay que sacar prácticamente el 70% de ese volumen y estamos sin mercado internacional”, admitió a Infocampo Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL).
Varios movimientos llevaron a que el sector llegue a este punto. La superproducción mundial de leche, el bloqueo de Rusia (segundo importador mundial de lácteos) y una baja del consumo de China son algunos de los factores que influyeron negativamente. Según la Cámara, la leche en polvo, principal lácteo que exporta el país, sufrió una caída en su precio del 63% en los últimos 15 meses, pasando de u$s5.000 a u$s1.850.
Como consecuencia, dijo, se está volcando un volumen muy importante de la producción al mercado local, “bajando los precios en un marco que mantiene la inflación a un ritmo constante de los últimos años”. Estamos en el peor de los escenarios”, agregó.
Más allá de eso, Paulón confió en que “las oportunidades del mercado son alentadoras, como que cada vez hay más consumo de lácteos. Puntualmente, en este período se está frente a una sobreoferta, y eso significa pérdida de valor”.
Actualmente, el consumo interno se encuentra cerca de los 205 litros por habitante, un poco menor al de 2012 (216 litros, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca), aunque conforma al titular del CIL: “Es un buen consumo. No tan importante como al que se llegó en 2010/2011 (210 litros), pero insisto con el aspecto inflacionario que termina llevando a la economía a una falta de competitividad. La lechería en ese sentido, no es la excepción”.
Consultado sobre qué medidas tienen desde la Cámara para reactivar el sector, Paulón propuso “negociar algún volumen de leche para este período que descongestione el mercado interno con los gobiernos de países importadores de lácteos, como Venezuela, Rusia y China”.
De esta forma, podría descongestionarse el frente interno. “A lo mejor, se vende un poco más bajo en el mercado internacional de lo que necesita Argentina para cubrir el costo, pero por lo menos se termina derivando que está provocando la sobreoferta del mercado local”, agregó.
Hace unas semanas el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció la de extensión por tres meses más del Régimen de Recomposición del Pequeño Productor Lechero, que otorga un subsidio de 30 centavos por litro a los 9.000 tamberos (80% del sector) que entregan a la industria hasta 2.900 litros diarios,
Para Paulón, es una ayuda: “Nosotros no podemos hacer nada más: nuestras empresas han llegado al tope de endeudamiento y estamos muy comprometidos en términos financieros y patrimoniales. Para este período haría falta que se produzca un poco menos de leche, lo cual no tenemos posibilidades. Va a ser una colaboración exigua pero riesgosa desde el punto de vista que va a sostener niveles de producción importantes y el problema hoy es de mercado”.
Mirando hacia 2016, Paulón espera una reactivación del sector: “Por la información que vamos analizando, en el primer semestre tendría que haber una respuesta de los precios internacionales”.
Exportar a China
Hace unas semanas, el Ministerio de Agricultura organizó un encuentro de Pymes lácteas (APyMEL) argentinas con la empresa de bebidas china JBD, que busca desarrollar una a base de leche en polvo y sueros. Esto significaría un incentivo a la exportación de productos lácteos argentinos. “Hasta donde yo conozco, no puede repercutir en lo inmediato, sino que tendrá un efecto de mediano a largo plazo”, señaló Paulón.
Por Agustín Monguillot, Semanario Infocampo 12ª Aniversario