Campos se sumó así a las declaraciones de la ministra de Economía, Felisa Miceli, quien aseguró que la protesta agropecuaria es un hecho “político e ideológico” y defendió la intervención del Estado para impedir que productos esenciales de la canasta básica alimentaria tengan precios internacionales.
“Hemos analizado los márgenes netos de los distintos sectores y vemos que los niveles de rentabilidad actuales superan todos los picos históricos”, señaló a Télam el titular de la cartera agropecuaria.
Según Campos, “el trigo deja un margen neto de 426 pesos por hectárea, el maíz, 1.386 pesos por hectárea; la soja, 1.000 pesos; el girasol, 746 pesos; y la invernada, 192 pesos”.
“Todos estos márgenes son muy superiores a los de los años ’90, cuando desaparecieron cien mil productores”, sostuvo el secretario de Agricultura, quien resaltó que “el endeudamiento del sector está en mínimos históricos y la valorización de la tierra, que está directamente relacionada con la rentabilidad, está en niveles récord”.
“Nunca se hizo un paro de estas características”, sostuvo Campos, al tiempo que destacó el “enorme esfuerzo del Gobierno en defensa de la producción, para mantener paridad y el precio del gasoil”.
Tras destacar las “señales” del Gobierno hacia el sector, como el mantenimiento de las exportaciones de carne y la reducción del peso mínimo de faena, Campos planteó la necesidad de “definir el campo de la realidad”.
“Es importante definir el campo de la realidad, una realidad que no tiene interlocutores, sólo representantes de entidades divididos por internas políticas, interlocutores que hablen desde la sociedad y no sólo desde intereses sectoriales”, enfatizó.
Finalmente, consultado sobre las condiciones para reanudar el diálogo, el funcionario planteó la necesidad de que la dirigencia agropecuaria “tome conciencia de lo inoportuno de la medida” y de la obligación de alcanzar un equilibrio entre la ganancia del sector y las necesidades de la sociedad”.