Los productores no compraban insumos, tampoco vendían sus granos; las industrias no tenían materia prima y las primeras suspensiones al personal no se hicieron esperar; todo esto generó el inevitable quiebre en la cadena de pagos.
Hasta que se levantó el paro los distribuidores de insumos explicaban que desde hacía varios días no vendían absolutamente nada, pero lo que más preocupa hoy al sector es la morosidad que están mostrando sus carteras a la hora de la cancelación de deudas.
La explicación es lógica: mientras el sector agropecuario prácticamente estuvo hibernando por el paro agropecuario se agotó totalmente la liquidez en el mercado.
“Hoy los productores no cuentan con efectivo porque pararon las ventas de su producción, entonces no pueden cancelar las deudas contraídas antes del conflicto”, detalla un distribuidor.
Al mismo tiempo, es muy frecuente en el sector el canje de granos por insumos, pero está modalidad tampoco puede ser implementada porque no se podía transportar la producción.
De esta manera se forma una gran cadena, ya que los productores ledeben a sus distribuidores zonales y éstos transmiten la falta de liquidez a las grandes empresas proveedoras de insumos.
Por su parte, los empresarios coinciden en que esta situación no se normalizará fácilmente ya que tomó por sorpresa a todo el sector y tuvieron que reprogramar muchísimas deudas en poco tiempo.
El costo financiero de la reprogramación será absorbido parte por el productor y otro tanto por las empresas.
En este contexto, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, anunció que durante un período de treinta días, con el fin de que no se interrumpa la cadena de pagos, el Banco de Córdoba flexibilizará con sus clientes pymes una prórroga por 30 días.
Por su parte, el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, por pedido de senadores provinciales, estaría en comunicación con los bancos para encontrarle una solución al aluvión de cheques rechazados que generaría el parate en el sector. Por su parte, los transportistas también están afrontando la falta de dinero. “Las grandes empresas tampoco nos están pagando viajes que hicimos hace tiempo atrás, y por supuesto los productores chicos mucho menos. Ahora estamos viendo si alguien nos puede adelantar en efectivo algún viaje”, sentenció un fletero que habitualmente transporta granos y que prefiere guardar el anonimato.
La lista no termina aquí ya que las empresas de maquinaria agrícola tampoco pueden acceder a los insumos, al mismo tiempo que deben afrontar que muchos productores han cancelado órdenes de compras, lo que detiene la actividad y las proyecciones estipuladas hace apenas un tiempo atrás.
Este quiebre en la cadena de pagos tampoco es ajeno al sector molinero y al lácteo, que debieron traducir el cese de la actividad y la falta de materia prima en la suspensión temporal de trabajadores.
Un nuevo tema se ha instalado, y preocupa a todos los empresarios.