En la última semana, tanto desde el Mercado a Término de Buenos Aires, como del Rofex rosarino, sendas gacetillas indicaban que la actividad está pasando por un buen momento.
El término de Rosario informó que el martes 16 en el Rofex se registró “una nueva marca histórica de interés abierto (IA) en sus divisiones financiera y agropecuaria. Con un volumen de 115.865 contratos negociados en la rueda, este índice ascendió a 1.003.501, representando más de 1.000 millones de dólares en valor nominal”.
“El IA mide la cantidad de contratos que permanecen sin cancelar, o que no se han entregado aún, al final de cada rueda. Tanto el volumen como el IA son indicadores de la intensidad de un movimiento del mercado, o la presión sobre el cambio de precio, lo que ayuda a comprender la dirección que toma la tendencia del mercado y la relevancia del mercado.”
El mismo miércoles, el Mercado a Término de Buenos Aires informaba que “el open interest (posiciones abiertas), principal indicador de liquidez del mercado de futuros y opciones, ya supera los tres millones de toneladas, el nivel más alto desde la crisis de 2002 y similar al registrado antes de ese año”.
“El open interest alcanzó las 3.105.100 toneladas esta semana. El sostenido aumento de los contratos abiertos demuestra la fortaleza del Matba, con precios en suba y un volumen negociado en constante expansión. De esta forma el Matba sigue con su estrategia de convertirse en un referente excluyente para la comercialización de futuros y opciones en América latina, ofreciendo nuevos instrumentos de inversión acordes a lo que demanda el mercado”, sostenía la entidad en su comunicado.
La operatoria en los mercados de futuros agrícola en la Argentina había retomado la senda de crecimiento en la década del 90, pero la forma en que se salió de la convertibilidad asestó un golpe a estos mercados, que por suerte no resultó fatal, aunque hayan tenido que pasar cinco años para que los volúmenes comercializados se acerquen a los que había en 2001, cuando fue récord la operatoria.