En Mendoza, en la última campaña se cultivaron 3.683 hectáreas de tomate, lo que significa una caída del 8% respecto al ciclo anterior, de acuerdo con un informe elaborado por el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) de esa provincia.
De cualquier manera, es una foto negativa, pero no dramática: si se tiene en cuenta que en las últimas 12 temporadas se implantaron entre 2.000 y 4.000 hectáreas, significa que la superficie reciente estuvo dentro del promedio e incluso cerca del límite superior.
Se trata de un dato muy importante para dimensionar el cultivo de tomate a nivel nacional, debido a que Mendoza junto a San Juan concentran el 80% de la producción destinada a industria.
Esta superficie contempla tomates peritas o para industria, tomates redondos tipo larga vida y tomates redondos tipo Platense.
En cuanto a la distribución de la producción por zona, desde el IDR informaron que la región Centro (departamentos Maipú y Luján, principalmente) es la que más hectáreas ocupa, con un 33% del total mendocino. En segundo lugar se encuentra el Valle de Uco, con 24%.
Si la división se hace por departamentos, los principales fueron Lavalle (19%), Maipú (19%), San Martín (13%), San Carlos (11%) y Tunuyán (10%).
ALGUNOS DATOS SOBRE EL TOMATE
El informe del IDR también sirvió para refrescar algunos datos sobre la producción de tomate no solo en Cuyo, sino también en Argentina.
En general, el mercado se divide en fresco e industria. La producción promedio anual en los últimos años, sumando ambos destinos, se ubica en torno a 1.150.000 toneladas y 17.500 hectáreas productivas: aproximadamente un 60-70 % se destina a consumo en fresco y el 30-40 % restante para la industria. De este último porcentaje, es del que Cuyo representa un 80%.
El consumo de tomate fresco ronda los 16 kilogramos por persona por año, y dentro del rubro hortícola, sólo es superado por la papa.
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En cuanto al tomate industria, la producción nacional está muy por debajo de la demanda interna, Chile e Italia son quienes generalmente cubren su demanda, lo que muestra claramente las oportunidades de expansión para lograr el autoabastecimiento.
En Argentina se consumen al año unos 650 millones de kilos de tomate para industria y, en una temporada normal, la cosecha local alcanza los 450 millones de kilos, una brecha del más del 40 por ciento.
“La información recabada muestra un retroceso de 8% de la superficie cultivada con este fruto en relación a los datos relevados durante la temporada anterior. Entre nuestra provincia y la vecina provincia de San Juan, se produce 80% del tomate para industria de Argentina. El resto de la superficie se encuentra distribuida entre Salta y Jujuy (región NOA), Corrientes y Formosa (NEA), Río Negro y Buenos Aires”, detallaron desde el IDR.
Dentro de las hortalizas estivales de la provincia, el tomate, con el 22 % de la superficie, es la especie normalmente más cultivada después del zapallo y la papa..
COSTOS DE PRODUCCIÓN DE TOMATE
Otro punto importante del informe elaborado por el IDR tiene que ver con los costos de producción.
Según cifras actualizadas a febrero de este año, para producir una hectárea de tomate industria, en base a un modelo tradicional de cinco hectáreas, con riego por surco, 26.000 plantines y un rendimiento promedio de 80 toneladas, se deben tener en cuenta los costos de preparación de la tierra, riego, implantación, curaciones y cuidado del cultivo hasta la cosecha.
Como resultado, se pudo conocer que, para llevar a cabo las tareas de cultivo de un ciclo productivo completo en una hectárea, se necesitan $ 4,5 millones.
Vale aclarar que este valor no tiene en cuenta las depreciaciones ni los costos de gestión, únicamente, los gastos de las labores culturales.
De este modo, para un rendimiento de 80 toneladas, el costo directo de las labores culturales del cultivo por kilogramo de tomate es de $ 59,58.