Los datos de la exportación son más que alentadores, también es positivo el crecimiento de la faena y el sostenimiento del consumo local. Pero hay cuestiones que despiertan el alerta como la mayor faena de hembras y los problemas financieros. Además hay temas de pendiente solución como la implementación del remito electrónico y cambios fiscales para el comercio minorista.
Un nuevo año se cierra y el balance es obligatorio. Algunos números indican que el balance es positivo, sin embargo hay luces amarillas nos hacen ser precavidos de cara al futuro.
Empecemos por las buenas noticias, la faena creció durante todo el año, la exportación terminará generando ingresos por casi 2 mil millones de dólares, actividad que se potencia porque prácticamente no tiene importaciones y por ende debe ser doblemente valorada, su composición es mayoritariamente con destino a China producto de la alta faena de vacas. La apertura de Japón para animales producidos e industrializados en la Patagonia y la comunicación de la apertura real del mercado estadounidense fueron novedades relevantes.
En lo que respecta al consumo hay que destacar que se mantuvo constante y a precios accesibles para los consumidores argentinos. El precio de la carne al público continua por detrás de la inflación y eso se refleja en los precios de las distintas categorías bovinas.
El año estuvo marcado por dos situaciones externas que tuvieron impactos productivos, durante el primer trimestre la sequía afectó a gran parte del país y eso motivó que se anticipara la salida de haciendas y se ajustaran los rodeos a la capacidad de carga de los campos, esta situación alentó la faena de vacas con destino a China y motorizó a que su precio de revaluara, constituyéndose en la categoría que más se revaluó en el año.
En paralelo, muchos productores decidieron no retener terneras para futuras madres y por ende su destino principal fue el mercado local. Al momento de ser comercializadas como invernada fueran inferiores a los de los terneros machos y a un precio inferior de invernada que los machos y eso fue consecuencia de que la hembra para llegar al peso mínimo de faena generalmente produce mayor cantidad de grasa y lo que implica pérdidas de rendimiento a la faena y para el carnicero en el mostrador. Además este año el número para los corrales fue negativo y por ende han tenido que ajustar en eficiencia y en valores de compras, como resultado final se están contabilizando menores ingresos que egresos con lo cual se puede prever caída en la oferta de ganado gordo en el futuro próximo.
Si comparamos el incremento de la faena de 2018 y 2017 encontraremos que el 85% de ese aumento es por la mayor presencia de hembras y particularmente de vacas por la creciente demanda de china y terneras para el consumo local.
Esa situación de sequía inicial a la que referimos más arriba se complementó con una severa complicación de índole económica y financiera del país en el segundo semestre que viene a condicionar la actividad ganadera. Por las altas tasas de interés es imposible tomar deuda y por eso el ganadero recurre a la venta de hacienda para financiarse, resultando que la vaca es la que mejor precio le reditúa y tiene expectativas que las noticias que llegan de la exportación le devuelva algo de rédito guardando los machos para agregar algunos kilogramos adicionales. La hembra sigue siendo en el segundo semestre el sostén financiero del ganadero y del nivel de faena para abastecer el mercado interno y la exportación.
En cuanto a la faena de novillos estuvo levemente por encima de los valores del año 2017 y se registra un incremento en los valores en pie que hace suponer que puede haber un pequeño aumento para 2019 pero sin que signifiquen porcentajes relevantes. Según el seguimiento del experto de IPCVA Lic. Miguel Jairala, en 11 meses de 2018, la faena de hembras creció un 13% y la de machos solo el 1%.
De lo expuesto podemos concluir que el rodeo si se mantiene estable en la próxima vacunación será una excelente noticia, pero el dilema o encrucijada del ganadero será apostar por una recuperación de precios que demora en llegar o seguir liquidando para atender el gasto corriente.
Las señales de precios no son los suficientemente alentadoras, el precio internacional de cortes premiun sigue deprimido (la tonelada Hilton apenas supera los u$s 10 mil y recordemos que sólo para tres cortes). En cuanto al mercado doméstico el poder adquisitivo es el termómetro y se muestre remiso a aceptar incremento de precios.
Creemos que en definitiva el precio ajustará por oferta y el mercado hará que se produzcan las correcciones necesarias para recomponer las relaciones de precios que deben existir en la cadena lo cual generará seguramente caída en las faenas de consumo por retracción de demanda.
En lo que refiere a la agenda de temas de interés, la fórmula para distribuir la Cuota Hilton y ahora la cuota Estados Unidos ocupa un lugar importante porque se plantean dos hipótesis antagónicas, la de las grandes empresas exportadoras que sostienen como criterio único el de los antecedentes de exportaciones y el sostenido por FIFRA y UNICA que proponemos distintos criterios de mínimos igualitarios, regionalidad, planta nueva y además antecedentes para propiciar una distribución equitativa que permita que todos los frigoríficos con habilitación sanitaria para los destinos de Unión Europea y Estados Unidos puedan gozar de los beneficios arancelarios con la obligación de exportar hasta el doble de exportaciones que la cuota recibida con lo que se cumple con el requisito de promoción de la actividad exportadora.
En nuestra visión creemos que tiene que existir un mecanismo que permita y promueva la nueva inversión y el sostenimiento de las existentes en el interior del país para promover el desarrollo de las economías regionales y reducir el impacto ambiental que genera el traslado de hacienda en pie a las grandes urbes.
El Remito Electrónico de Carnes continúa desvelando a los operadores y será motivo ineludible de análisis en la reunión con el Presidente el próximo 21 de Enero. A los problemas técnicos (sistemas) y operativos (emisión) está el problema que afecta a todo el comercio minorista de Argentina, la presión fiscal y la búsqueda por parte de los comerciantes de buscar encuadres tributarios que no los agobie. Ante esta situacion creemos que es necesario un régimen impositivo especial, así como el REC será un instrumento solo para carnes, el régimen especial se impone para facilitar la adopción por los comerciantes.
Nos queda pendiente no haber logrado la reforma en la ley de IVA para reducir la alícuota para el servicio de faena. También debemos contabilizar entre los pendientes no haber logrado que más provincias fijen como alícuota de IIBB en el 0,5 % para los matarifes y abastecedores y reducir esa alícuota en el 2,5% para los comercios minoristas.
La agenda para 2019 es auspiciosa, inicia con la reunión y participación del Presidente y ojalá que logramos avanzar en la resolución de muchos de los temas en el primer trimestre antes que la campaña política nos ocupe.
Fe, compromiso y esperanza nos inspiran para trabajar junto con las autoridades para lograr el desarrollo del sector de ganados y carnes.
Deseamos un prospero 2019!!!