Una startup desarrolló un producto que estimula el sistema inmunológico de la vaca para combatir la mastitis, aplicable especialmente en bovinos de leche.
Se trata de Imilac, un líquido inyectable que estimula el sistema a las defensas del animal para combatir la esta enfermedad, semejante a los medicamentos de inmunoterapia que actualmente modifican el tratamiento del cáncer en humanos.
A partir del acrónimo “mil” para leche, “eut” de terapéutica e “is”, griego para conocimiento, surge “Mileutis“, la firma israelí creadora del producto. Dentro de ésta, se destacaron científicos argentinos como protagonistas de la elaboración del producto.
En cuanto a la mastitis, consiste en una inflamación que ocurre en la glándula mamaria de estos animales y se debe esencialmente a una infección causada por bacterias, hongos, micoplasmas, algunos virus y levaduras.
Actualmente, es la enfermedad más frecuente de las vacas lecheras y le cuesta a la industria aproximadamente 25 mil millones de dólares al año. A su vez, contribuye a un número creciente de muertes entre humanos como resultado de una proliferación de bacterias resistentes a los antibióticos.
Los antibióticos son la principal terapia utilizada en el tratamiento de la mastitis bovina y el uso excesivo de estos en las vacas permite que los patógenos resistentes a los antimicrobianos lleguen a las personas a través de la leche que beben.
Según un informe del gobierno del Reino Unido, las “superbacterias” resistentes causan cerca de 700.000 muertes al año en todo el mundo y según estimaciones, se prevé que el total aumente a diez millones para 2050, con unos costos que ascenderían a 100 mil millones de dólares a nivel mundial.
Seguridad
Basado en péptidos presentes comúnmente leche de vaca, Imilac es una formulación es considerada “segura” para el consumo humano.
La Agencia Europea de Medicamentos dictaminó que Imilac, que contiene la proteína hidrolizada de caseína, no requiere una evaluación del parámetro de toxicidad “límite máximo de residuos” para determinar si existe una concentración peligrosamente alta de una sustancia farmacológicamente activa de un alimento de origen animal.
David Javier Iscovich, director general de Mileutis, le dijo a ISRAEL21c que junto a su padre José Iscovich buscaban una tecnología biológica innovadora que pudieran incorporar a una empresa. Inicialmente, estos científicos argentinos no pensaban en las vacas.
José Iscovich es un experimentado inmunobiólogo enfocado en la epidemiología del cáncer en humanos. Por su parte, su hijo David trabajó en el laboratorio de su padre como asistente de investigación desde una edad temprana.
“Revisamos 14 proyectos en Israel y EEUU hasta que alguien nos ofreció uno sobre salud animal. Vimos los resultados y dijimos: ‘Ok, este es el indicado. Esto va a cambiar la industria’“, enfatizó David Iscovich.
resistencia a antibióticos
Una encuesta de la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU (FDA) halló que el 95 por ciento de las vacas lecheras son tratadas con antibióticos al menos una vez al año.
David Iscovich señaló que el problema del uso excesivo de antibióticos es un resultado directo del crecimiento de la agricultura industrial.
Según el científico, cuando una vaca se infectaba con mastitis 50 años atrás, se le daba descanso mientras su sistema inmunológico hacía su trabajo. Sin embargo, actualmente se extrae tanta leche de cada vaca que no hay flexibilidad para darle el tiempo necesario al animal para que mejore.
Por otra parte, se aplicaron antibióticos para matar al patógeno sin que se infecte la leche, algo que hace que cerca del 70% de los antibióticos administrados en el mundo sean para animales.
El problema surge cuando los patógenos adquieren resistencia a los antibióticos en animales y luego saltan a los humanos.
“Vamos al hospital, los antibióticos no funcionan y morimos. No hay solución”, indicó David Iscovich.
Por el uso excesivo de antibióticos en animales algunos países europeos comenzaron a restringir su uso.
Respecto al reemplazo total de los antibióticos por este producto Iscovich hijo se expresó al respecto. “No creo que del todo pero para la mastitis podremos reducir el uso de antibióticos entre un 90 y un 95 por ciento”, agregó.