Cuando se utilizan tratamientos aéreos en condiciones de baja humedad y alta temperatura ambiente, la evaporación de las gotas es la principal causa que origina las fallas de los tratamientos fitosanitarios.
Los factores que afectan la evaporación son el tamaño inicial de la gota, la volatilidad del líquido que contiene, la humedad relativa y temperatura del ambiente, el viento y la altura de vuelo.
Para nuestras condiciones de producción, los tratamientos insecticidas y fungicidas en cultivos de soja se realizan en verano, bajo condiciones críticas por baja humedad y alta temperatura.
El agua es volátil y evapora rápido, el agregado de aceite y otros coadyuvantes aportados al caldo de aspersión ayudan a reducir la tasa de evaporación.
El tamaño de gota es un factor determinante para que una aspersión alcance los estratos inferiores del follaje de un cultivo, lugar donde inician los procesos de infección las enfermedades y donde se ubican los insectos en momentos de mucho calor. Las gotas pequeñas alcanzan los estratos inferiores, las grandes quedan retenidas en la parte superior del cultivo.
Una característica que distingue a los atomizadores rotativos en comparación con las tradicionales boquillas hidráulicas, es el menor y más uniforme tamaño de gotas. Las pequeñas caen más despacio y evaporan más rápido que las grandes, en parte por su menor peso, pero principalmente por una mayor superficie relativa a su volumen.
Finalidad. Los objetivos del ensayo comandado por Daniel Leiva (junto a Mariano Luna -Inta- y Tim Sander Micron Sprayers UK- fueron analizar el efecto del agregado de antievaporantes a un volumen de 10 litros por hectárea (l/ha), comparar el comportamiento de diferentes antievaporantes a un volumen de caldo de 10 l/ha y comparar dos volúmenes de aspersión con la misma dosis de antievaporante.
El ensayo se hizo en el Establecimiento La Noria, de Moreno Hnos., los días 18 y 19 de agosto de 2007 con un avión Air Tractor 502, matrícula LV-ZZM, equipado con 9 atomizadores rotativos marca Micronair modelo AU5000. La altura de vuelo fue 4 m y los tratamientos se hicieron con viento cruzado.
Se asperjaron seis caldos y volúmenes diferentes: cuatro con un total de 10 l/ha (agua pura, y agua con aceite vegetal y antievaporante sintético) y dos con 50% de agua (uno completado con antievaporante y otro con aceite).
Para la ubicación de las tarjetas sensibles se utilizaron 46 colectores a 30 cm del suelo, algunos horizontales otros verticales enfrentados al viento.
Resultados. Usando agua a 10 l/ha, el número de gotas sobre colectores verticales duplica el obtenido sobre los horizontales, 80 y 38 gotas/cm2, respectivamente. Estos máximos se ubican desplazados del centro del vuelo (hacia donde soplaba el viento) 6 m para colectores horizontales y 16 m para los verticales. Esto estaría indicando un menor tamaño de gota para depósitos verticales. Además, no se registran impactos en los primeros 11 colectores por efecto de la deriva provocada por el viento.
Al analizar la mezcla con 2 litros de Natural Oleo (aceite vegetal) y el mismo volumen de caldo total, se registran gotas a partir del colector N° 9, y valores máximos de 55 y 118 gotas/cm2, sobre colectores horizontales y verticales, respectivamente. “El incremento de cobertura por el uso de antievaporante fue de un 46% promedio en ambas posiciones de colectores; además, el desplazamientos de los máximos respecto de la línea de vuelo fue de 4 y 8 m, para colectores horizontales y verticales respectivamente”, destaca Leiva.
“Podemos concluir que con el antievaporante impactan más gotas, y que las gotas pequeñas derivan un 50% menos (respecto del agua sola); deducimos esto en función de haberse registrado la mayoría de las gotas a la mitad de la distancia, 8 vs 16 m, comparando agua sola y la mezcla, respectivamente”, explicó.
Cuando se compararon los seis tratamientos, los primeros, a 10 l/ha con respecto de aquellos donde se usó antievaporante a 2 litros, se incrementó un 80% promedio el número de gotas, 30 vs 16 por cm2.
Por otro lado, cuando se analizaron los resultados con el volumen de caldo de 4 l/ha y antievaporante al 50% se observaron importantes diferencias entre coadyuvantes oleosos (Natural Oleo y otros) e hidrosolubles (Nutrifol/Xilonen). La mezcla de Nutrifol a 4 l/ha multiplica casi por 4 el número de impactos respecto de agua a 10 l/ha y por 2 el mismo volumen con 20% de antievaporante.
“Esto demuestra que cuando se usa bajo volumen es muy importante proteger las pequeñas gotas con un antievaporante que sea compatible al medio físico que permita luego cuantificar los impactos”, explicó Leiva.
En resumen, el agregado de aceite u otro coadyuvante al caldo de aspersión disminuye significativamente la evaporación, principalmente bajo condiciones de baja humedad relativa o alta temperatura. El aceite reduce el tamaño inicial de la gota producida por un atomizador rotativo. Finalmente, la combinación de una menor evaporación y tamaño de gota da como resultado una mejora en la cobertura de gotas sobre el cultivo.