Según un estudio publicado por la Fundación Vida Silvestre Argentina, solamente en Misiones mueren atropellados más de 5.000 animales, entre los que se encuentran lagartos, aves, pequeños mamíferos, pumas, tapires y yaguaretés.
Esto se debe a que las rutas “generan fragmentación del hábitat”, lo que obliga a la fauna silvestre traspasar el camino y así poder trasladarse de un lado a otro o para conseguir insumos para subsistir.
Otro de los puntos que señalan desde la fundación tiene que ver con que los conductores no respetan las velocidades establecidas, pensadas para poder reaccionar a tiempo ante el inesperado cruce de un animal.
“Los límites de velocidad no sólo están determinados para evitar atropellamientos de fauna, sino que también para cuidar a las personas que circulan por la ruta”, explica Lucía Lazzari, coordinadoran de la ONG.
Estos accidentes se dan más en las épocas de vacaciones, donde la gente se traslada para hacer turismo y las rutas comienzan a transitarse más.
“Esta problemática tiene un impacto sobre la fauna en general, pero afecta en mayor medida a los grandes depredadores, como el yaguareté, no sólo porque son víctimas directas de atropellamientos sino por la enorme pérdida de otros animales más pequeños que son sus presas”, afirman.