En mayo de este año, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Martín Hinojosa, y el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), Mario González, firmaron un convenio y lanzaron la convocatoria para participar de un fondo de asistencia a productores de hasta 10 hectáreas de uvas que hayan sufrido daños por contingencias climáticas en todo el país.
El programa por $ 500 millones fue ejecutado con éxito en su totalidad por COVIAR, a través de su unidad Producción Primaria, y el INV.
De este modo, se benefició directamente a 3.538 productores de siete provincias, con ayudas individuales que fueron de $ 80.000 como mínimo hasta $ 160.000.
Estos fondos se destinaron a labores culturales y mejoras en viñedos para recuperarlos y que vuelvan a producir en las mejores condiciones posibles, de cara a la vendimia 2024.
Junto al @MDSNacion y el @INVArgentina lanzamos en mayo una convocatoria para participar del fondo de asistencia a productores vitivinícolas de todo el país que hayan sufrido daños por contingencias climáticas. pic.twitter.com/4ATzlaQHPL
— COVIAR (@COVIAR1) September 15, 2023
COMO SE ARTICULARON LOS FONDOS
La ayuda, entregada como Aportes No Reembolsables, llegaron a productores de Mendoza, Catamarca, La Rioja, San Juan, Neuquén, Río Negro, Tucumán y Salta.
Estos viticultores recibieron asistencia técnica gratuita a través de dos visitas en sus fincas, a fin corroborar la ejecución del plan de poda propuesto, logrando una recuperación de las viñas para la temporada 2023-2024.
“Con esta ayuda pudimos solventar el gasto de poda en el viñedo e invertir en abono para darle más fuerza a las plantas con el objetivo de mejorar el rendimiento para la próxima cosecha”, explicó Fernanda Rufini, propietaria con su familia de la finca de Isabel Montalvo de Rufini ubicada en Junin Mendoza.
“Para los productores más chicos, que tienen una gestión familiar de su finca y que sufrieron mucho este año las duras heladas y el granizo, esta ayuda es un aliciente muy importante porque permite que cada uno de ellos puedan seguir en la actividad”, destacó Mario González, presidente de COVIAR.
La inscripción de los pequeños productores beneficiarios se hizo a través de los Centros de Desarrollo Vitícola (CDV), que se encuentran abiertos y operativos en todas las zonas vitícolas del país y en las oficinas de COVIAR en Mendoza y San Juan.
Todos los beneficiarios debían estar registrados en el INV con sus viñedos geolocalizados y contar con el certificado de daño debidamente emitido por las Direcciones de Contingencias Climáticas de cada una de las provincias donde está ubicada la unidad productiva
En esta instancia, fue fundamental también la participación de cada uno de los Ministerios de Economía o Desarrollo Productivo de las provincias vitivinícolas y las distintas instituciones empresarias y agrupaciones.