El Senasa decomisó en los operativos de los últimos días, más de mil kilogramos de productos alimenticios que eran transportados sin cumplir con los requerimientos para ser comercializados, por lo que no eran aptos para el consumo.
Uno de los operativos fue realizado en el Puesto de San Antonio Oeste, donde los agentes del Senasa decomisaron 200 kg de papas que eran transportadas en un utilitario junto a baterías de vehículos y rezagos de metales, elementos que por estar en contacto con la mercadería podrían dañarla y contaminarla.
El transporte se dirigía desde Sierra Grande hacia Viedma, provincia de Río Negro. En la acción en resguardo de la inocuidad alimentaria y la salud pública, que contó con la colaboración de Gendarmería Nacional, se aplicaron las resoluciones Nº 38/12 y 71/99.
Por otro lado, en la localidad de Barda del Medio, Río Negro, el organismo realizó dos decomisos de carne bovina con hueso. En uno de los casos se trataba de 26 costillares, con un peso aproximado de 400 kilos, sin documentación sanitaria que se encontraban en un vehículo no habilitado para el transporte de alimentos.
Otro caso fue el de un conductor de una camioneta, que aseguran que sí estaba habilitada, declaró llevar 400 kg de costillares comprados en Catriel, pero durante la inspección se constató la falta de documentación sanitaria y que los rótulos de la mercadería indicaban como procedencia un frigorífico de La Pampa.
Como son productos de ingreso prohibido a la región, se los decomiso y se retuvo la tarjeta de habilitación del transporte hasta tanto su conductor realice el correspondiente descargo.
Por último, en el Puesto de control ubicado en la localidad bonaerense de Pradere se decomisaron tres lechones que eran transportados de manera oculta dentro de una valija en el asiento trasero de un vehículo particular.
