Una cosechadora que estaba realizando la recolección de cebada y trigo en un campo de la localidad bonaerense de Balcarce se quemó por completo luego de un repentino incendio.
Según un informe del INTA, los incendios de cosechadoras son iniciados y ocasionados normalmente por chispas del motor, por recalentamiento u otras partes de la máquina que toman contacto con la paja, granza o borba que se acumulan en el ambiente que rodea la cosechadora, sobre todo en la zona del motor.
“Esto se debe en gran parte a que la trilla de estos cultivos se realiza en verano, en el caso del trigo, y en verano-otoño en soja, épocas en las cuales predominan las altas temperaturas y, en muchas ocasiones, baja humedad relativa, que son factores que pueden predisponer a la ocurrencia del incendio. La paja y la granza del trigo y la soja son materiales muy combustibles cuando se ponen en contacto con elementos que poseen alta temperatura, como ocurre con muchos órganos de la cosechadora”, detalla el INTA.
Se estima que la actualidad más de 100 cosechadoras por año sufren principios de incendios que son sofocados a tiempo. No obstante, 30 sufren daños considerables y más de 20 unidades quedan con destrucción total, según el INTA.