Según las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, se espera que las sembradoras
argentinas cubran un total de 38,7 millones de hectáreas en la campaña 2021/22, medio millón de
hectáreas más que en el ciclo anterior.
De concretarse, esta superficie sembrada sería la mayor de la historia, superando por casi 250.000 hectáreas a la mejor marca lograda en la campaña 2019/20. La mejora en los precios internacionales del primer semestre del año, que llevaron las cotizaciones de referencia a máximos en alrededor de una década, ha cumplido un rol fundamental al mejorar la rentabilidad en lotes marginales e incentivando su siembra.
Asumiendo rindes tendenciales, la producción nacional podría alcanzar un récord histórico de 140 millones de toneladas, anclado principalmente en la recuperación de la producción de trigo, girasol y el nuevo impulso del maíz.
El crecimiento experimentado en el sector agropecuario en los últimos años ha sido posible en parte por la incorporación de tecnología. Sin embargo, en lo que respecta al parque de maquinaria agrícola, la antigüedad de las unidades es un punto de alarma.
Según los resultados del Censo Nacional Agropecuario 2018 la mitad de los tractores y cosechadoras que trabajan en el país tienen más de 15 años. En el caso de las cosechadoras, el 46% del total presentaba al momento del relevamiento más de 15 años de uso. Si a esa cifra se agregan las unidades con una antigüedad de 10/14 años, el porcentaje de equipos se extiende al 70% del parque. Por contrapartida, sólo 2.792 cosechadoras tenían al momento de la realización del CNA 2018 hasta cuatro años de uso, poco más del 10% del total.
En el rubro de tractores, el 73% del total correspondía a equipos con más de 15 años de vida. “Tanto la antigüedad de las unidades como la falta de conectividad en muchas regiones productivas del país dificultan el crecimiento de la producción”, afirmó Reynaldo Postacchini, presidente de AFAT.
Estas cifras ponen en evidencia las oportunidades que está perdiendo el sector y el país, ya que las exportaciones del complejo agroindustrial son responsables del 70% de las divisas que ingresan.
“Como todos sabemos, la incorporación de tecnología en maquinaria agrícola permite tener mayor eficiencia y aumentar la productividad. Es por ello que desde AFAT advertimos que, si bien el mercado en términos generales se encuentra algo mejor que años anteriores, cuando profundizamos el análisis y vemos la evolución de los distintos tipos de máquinas, nos encontramos con segmentos que no evidencian tal mejora y se encuentran lejos de los valores razonables de renovación. Debido a diferentes trabas y complicaciones que sufre el sector, nos encontramos produciendo y comercializando lo que podemos y no lo que sería necesario para responder a la demanda real de productores y contratistas, tanto en cantidad de unidades como en tecnología”.
“Las empresas socias de AFAT desarrollamos y comercializamos equipos especialmente pensados para el mercado argentino, que tiene una alta demanda de tecnología de última generación, que hoy no estamos pudiendo abastecer. Siguen sumándose las oportunidades perdidas, en un país con recursos, potencial y capacidad de generar alimentos para el mundo, y aumentar el ingreso de las tan necesarias divisas”, concluyó Postacchini.