Todo está listo para que en el centro oeste formoseño se inicie una nueva campaña de cultivo de maní, que se ha reincorporado a la canasta de cultivos por la que optan quienes están encarando proyectos productivos singulares en el centro oeste de la provincia, en el marco de una iniciativa que se había insinuado cuatro años atrás en Juan G. Bazán por parte del empresario cordobés José Feliziani, y que recomenzó exitosamente -según los datos de la campaña del ciclo pasado- con el protagonismo de los hermanos Cavigliaso, también de Córdoba.
Unas 2.000 hectáreas sembradas con maní “tipo confitería” fueron cosechadas hace pocos meses, convirtiéndose en otro de los réditos del programa de diversificación productiva que propicia el gobierno de la provincia en el marco del “modelo formoseño para el desarrollo provincial”, que cumplió diez años de vigencia.
Los cultivares estaban en jurisdicción del Programa de Desarrollo Integral del Oeste Formoseño, donde oficia como el Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias de Laguna Yema, con el aporte hídrico del complejo de Laguna Yema.
Se trata de la única zona manicera del país, junto con la de Córdoba, donde se han integrado los esfuerzos de tres inversores privados para poner en producción 2.000 hectáreas del grano que está íntegramente destinado a la exportación hacia la Unión Europea, y en breve a Japón y China
La firma Proagro S.A. tiene como inversores principales a los hermanos Cavigliaso, oriundos de Río Cuarto, Córdoba, Carlos Kerdinesnky, un inversor formoseño radicado hace varios años en Las Lomitas, y la firma Winter Hermanos.
Esta empresa cuenta con la existencia de unas 35 unidades, conformada por modernos tractores con el sistema de posicionamiento GPS, que funcionan con vínculos satelitales, y trabajan para la misma 25 personas de la zona, incorporadas en “blanco” a todos los instrumentos laborales vigentes.
Al término de la cosecha que se realizó en agosto, la firma logró rendimientos que promediaron los 2.000 kilogramos por hectárea, es decir que se duplica en cantidad a la primera experiencia que hace unos ocho años realizó el doctor José Feliziani, en Juan G. Bazán, quien había obtenido entre 900 y 1.000 kilos.
Al exterior
El cargamento de maní se transporta a medida que se cosecha a General Cabrera, Córdoba, donde se registra el procedimiento de selección y proceso para luego hacer las derivaciones de sus componentes. La cáscara es utilizada para la fabricación de alimentos balanceados mientras que parte del grano se destina para confitería a países del exterior y el resto es aplicado en la industria aceitera.