Las medidas anunciadas estos días por el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, referidas a las exportaciones de carne, se balancearon con otras que generaron cierto malestar en el sector granario.
Sus expresiones, expuestas este jueves durante la entrada oficial de la Ley Agroindustrial al Congreso, sobre la posibilidad de cupificar o cuotificar en no más del 22%-24% la exportación de carne producida en el año 2022, generan “claramente un desincentivo cualquier inversión ganadera con miras a la exportación y demuestran su accionar intervencionista”, dice, en una comunicado Confederacion de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
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Además, el titular de la cartera agregó que, maíz, trigo y carne son “bienes culturales”, con lo cual hay que “administrar con inteligencia esos saldos exportables”.
El descargo de Carbap también afirma que las medidas electoralistas, de corto vuelo, son inapropiadas. “Las exportaciones de carnes siguen restringidas sin argumentación lógica alguna”, ya que tan solo se han flexibilizado en una categoría como la de vaca descarte D y E.
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“Reiteramos que la solución del problema de las exportaciones de carne vacuna aún no se alcanzaron. Persisten las restricciones y cortes sin poder exportar hasta fin de año. Desde Carbap siempre rechazamos cualquier intervención que atente contra la libertad de comercio”.
El accionar intervencionista y de imprevisibilidad que plantearon los anuncios se contrapone con cualquier intención de inversión, tal como proclamo necesarias el Señor Ministro para poder potencializar el sector.
Así, agregan los confederaros entendemos que, “el país no puede darse el lujo de seguir perdiendo divisas por las exportaciones de un producto emblemático como es la carne argentina, reconocida y posicionada en todo el mundo, solo por cuestiones ideológicas o de pereza intelectual.